El cordero segureño es una de las razas más valoradas por la calidad de su carne. Recibe su nombre por ser originario de la jienense Sierra de Segura, y de las tierras ribereñas del río Segura. El cordero siempre ha tenido un protagonismo destacado en la Región de Murcia, especialmente en el en interior, donde los rebaños de ganado ovino han sido tradicionalmente más numerosos. De las mil y una forma de las que se puede preparar, si de parrilla estamos hablando, las chuletas son las reinas.
Para hacer esta parrillada de chuletas de cordero, comenzaremos por preparar el aceite con el que las vamos a embadurnar. Desmenuza las ramas de tomillo y romero, de tal forma que te queden con las hojitas, sin el tallo, y ponlas en la trituradora o en el vaso de la batidora.
Añade el aceite de oliva virgen extra y tritura bien.
Pinta las chuletas de cordero generosamente con este aceite de romero y tomillo y deja macerar durante 5 o 10 minutos.
Pasado este tiempo, cocina en la parrilla, bien caliente hasta que estén bien marcadas por fuera, y tiernas y jugosas por dentro. El tiempo de cocinado dependerá del grosor de las chuletas, de si son de cordero lechal o recental, del material de tu parrilla y de la potencia del fuego. Pero como referencia, cuenta con hacerlas tres minutos por un lado y dos por el otro.
Al sacarlas, salpimienta al gusto con escamas de sal y pimienta recién molida.
Para acompañar estas chuletitas de cordero nada como prepara una sencilla ensalada de hojas verdes y un buen tomate de la huerta murciana. Junto a ella, las patatas fritas son casi imprescindibles. Puedes preparar unas patatas fritas normales, o preparar unas patatas especiales que acompañarán a las mil maravillas a la carne. Toma nota:
Pela las patatas y pártelas en láminas como para tortilla, más o menos. Acerca una sartén al fuego con abundante aceite de oliva y fríe las patatas a fuego medio, hasta que estén bien hechas. En ese momento, saca las patatas a plato aparte con papel absorbente.
Pela tres ajos y ponlos partidos en varios trozos en el mortero. Añade un pellizco de comino, otro de sal y machaca bien, hasta reducir el ajo a una pasta. En ese momento, añade un buen chorro de vinagre. Mezcla bien.
Pon las patatas a punto de sal y coloca en un bol, añade el majado del mortero y mezcla bien. Listas para servir junto a las chuletas de cordero.
