Rafael Verdú: "Prácticamente el 90% de la producción de vino de Yecla se dedica a la exportación"

Nacido en la localidad murciana de Yecla el año 1951, Rafael Verdú es presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Vinos de Yecla. Verdú asumió el cargo el pasado año, pero no por primera vez puesto que en los años ochenta también ejerció estas funciones en un breve periodo de tiempo. Economista de profesión, ha sido asesor fiscal y auditor de cuentas en los últimos 15 años de su vida profesional y también presidió hasta enero de este año la Agrupación territorial de Murcia del instituto de Censores Jurados de Cuentas de España. Desde hace unos años está jubilado, aunque con muchas actividades relacionadas con su anterior profesión y con su pasión por el mundo del vino.

PREGUNTA: ¿Imagino que la cultura del vino en Yecla es la consecuencia natural de una herencia milenaria?

RESPUESTA: Por supuesto. No se sabe exactamente cuándo pudo comenzar la cultura del vino en Yecla, pero podemos remontarnos a tiempos de los íberos y en cualquier caso tenemos restos de una bodega romana que se descubrió hace unos años y fue excavada, pero también hay vestigios fenicios. Los antecedentes del vino en Yecla son antiquísimos.

P.: ¿Cuando se creó la DOP Yecla? La DOP nace en 1972, estamos hablando de medio siglo protegiendo y poniendo en valor los vinos de Yecla… 

R.: En el 72 fue cuando se inició todo el proceso para lograr el nombramiento que llegó en 1975, pero ya en 1972 se comunicó al ayuntamiento la confirmación de que nos había sido concedida la Denominación de Origen Yecla.

P.: ¿Cuál es la situación, el posicionamiento de los vinos DOP Yecla en el mercado?

R.: Cada vez hay menos mercado de vino a granel, que se vende incluso con DOP y cada vez el mercado internacional ocupa más espacio. Se vende mucho al centro de Europa y en el mercado de Estados Unidos últimamente también nos hemos introducido de forma muy importante, además estamos trabajando muy bien en mercados asiáticos como Corea. En definitiva, a nivel internacional se está vendiendo bastante bien, prácticamente el 90% de toda la producción de vino de Yecla se dedica a la exportación.

P.: ¿Y a nivel local?

R.: Ahí tenemos una asignatura pendiente que estamos intentando resolver y es quuremos que la gente de nuestra tierra se acerque más a nuestro vino. Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero yo sorprendo mucho a mis amigos cuando hago catas a ciegas en casa, se llevan unas sorpresas enormes cuando prueban los vinos que tenemos. Es como si la gente tuviera un complejo que no entendemos y por eso estamos intentando que en la zona y en la Región de Murcia y alrededores empiecen a catar nuestros vinos porque son verdaderamente excelentes.

P.: ¿El secreto de esa excelencia está en la uva Monastrell?

R.: Evidentemente tenemos la suerte de tener esa variedad de uva, pero además estamos hablando de un cultivo que en su práctica totalidad es ecológico porque los tratamientos que aquí se dan en la viña no son muy necesarios. Hay otras zonas en las que tienen un nivel de humedad más alto que el nuestro y como tienen más necesidad de tratar los hongos aplican muchos más tratamientos de los que se dan aquí. Si acaso se dan uno o dos tratamientos. Por ejemplo, este año prácticamente no hemos tenido tratamiento en la vid que ahora entra a las bodegas prácticamente ecológica. De hecho hay quien trabaja para certificar la uva como ecológica a través de la Consejería que tiene registros y controles para ello, pero como le digo es una uva sin tratamientos y con una calidad excelente.

P.: ¿Influye que su maduración es lenta y tardía comparada con variedades tintas como la Tempranillo, Cabernet Sauvignor, Merlot o Syrah?

R.: Puede ser, de hecho todas esas variedades ya se han vendimiado aquí en septiembre. En cualquier caso, las últimas lluvias han retrasado un poco la maduración de la Monastrell y eso ha venido bien porque ahora todo el mundo está esperando tener más grados, pero creemos que la fecha cumbre de la vendimia será sobre el 12 de octubre como viene siendo habitual. La Monastrell fue una de las variedades que más tardó en ser afectada por la filoxera de hecho aquí hay parcelas que son prefiloxéricas y se mantienen sin haber sufrido esa enfermedad. Sí, es cierto, es una gran ventaja tener la Monastrell.

P.: No soy ningún experto, pero después de probar los vinos de Yecla, me parece que son expresivos, afrutados y con gran estructura pero ¿cómo los definiría el presidente de la  DOP?

R.: Efectivamente son así, vinos de color intenso y atractivos, con muy buenos aromas y largos en el paladar. La Monastrell de esta zona tiene otra virtud y es que combina muy bien con otros tipo de variedades, sobre todo con la Syrah y la Cabernet Sauvignon y da a los vinos una estructura muy diferente a la que se puede encontrar en otras zonas.

P.: El Consejo Regulador pertenece a la asociación Monastrell España... 

R.: Efectivamente, pertencemos a esta asciación de Monastrell España que nació en 2019 y que aúna a las seis Denominaciones de Origen españolas que trabajan la Monastrell en las comunidades de la Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha. Se trata de una zona muy concreta porque la agricultura no entiende de catastros, ni de términos municipales, ni de provincias, ni de regiones. La agricultura es la que es y aquí agrupamos esas seis denominaciones de Yecla, Jumilla, Bullas, Almansa, Alicante y Valencia, lo que nos da una posición muy interesante en el mercado porque queremos promocionar todos juntos nuestra Monastrell. De hecho entre nosotros cultivamos casi toda la Monastrell que se hay en el mundo. Este hecho diferenciador nos ha hecho ponernos en contacto y ahora estamos en conectando con las distintas administraciones para ver que pueden poner de su parte a la hora de colocar a la variedad en el sitio que merece y que la gente busque ese vino por la variedad sin fijarse en el origen. Lo que queremos es que la gente conozca la Monastrell que, por otra parte, ya se conoce muy bien desde el punto de vista de los profesionales que saben y entienden perfectamente el vino que da esta uva. Pero no sucede lo mismo con el consumidor porque hace mucho tiempo, ahora ya no, tuvimos fama de hacer vinos muy duros, para mezclar, lo cual no es cierto y a las pruebas me remito, solo hay que acercarse a un vino de Monastrell y catarlo.

P.: ¿Cuántas bodegas hay en Yecla?

R.: Ahora mismo hay nueve bodegas. Son todas las que tenemos porque Yecla es la única Denominación de Origen en España que solo ocupa un término municipal. Las Denominaciones de Origen abarcan varios términos municipales, pero nosotros solo tenemos el de Yecla

P.: ¿Qué representa el enoturismo para Yecla?

R.: Para nosotros es algo muy interesante porque está haciendo llegar hasta aquí a gente que no conocía Yecla y que ahora, a través de sus vinos, está conociendo otras cosas del término municipal que tiene mucho y muy interesante para conocer. Gracias al enoturismo viene mucha gente que aparte del vino disfruta de la ciudad y de su gastronomía de unos buenos gazpachos, gachasmigas, pelotas, unos libricos excelentes... y todo eso combinado con nuestro vino. El vino que no falte por supuesto y siempre con un consumo razonable.

P.: ¿Cuáles son los objetivos del Consejo Regulador para el futuro más inmediato?

R.: En el Consejo tenemos un reto importante porque hay que reconocer que los precios que se están obteniendo por el vino no son suficientes para que el agricultor se vea satisfecho y pueda cobrar la uva a los precios que se debe cobrar en base al esfuerzo que lleva detrás. Además hablamos de un agricultor que está manteniendo un paisaje que culturalmente es el nuestro, forma parte de nuestra vida. Yo no puedo salir al campo sin ver un paisaje de viñedos porque simplemente no lo entiendo así. Esa labor la hace el agricultor que además se encarga de su mantenimiento. Es la forma de vivir y de ser que tiene Yecla.

P.: Para terminar, ¿cómo se presenta la añada de 2022?

R.: Se presenta muy bien, pero veremos al final lo que pasa. El año pasado fue calificada de excelente por el comité técnico, pero este año aún no lo sabemos porque ha sido un año un poco extraño. Llovió muy bien en primavera, pero los grandes calores de este año hicieron adelantar la cosecha y seguramente habrá menos producción que en años anteriores, aunque confiamos que, si el tiempo nos respeta, lleguemos con una uva sin muchos problemas que nos dé la posibilidad de tener de nuevo un excelente vino.