No hay plato más tradicional, de origen humilde y al mismo tiempo más delicioso y de moda que las migas. Su origen está en la forma en que los pastores aprovechaban las migas de pan duro. Las migas se comen por toda España, aunque la receta varía notablemente de unos sitios a otros, aunque la base sea similar. Por supuesto también se preparan en la Región de Murcia donde tienen sus peculiaridades y están deliciosas.
Cuentan que las migas se preparaban los días de lluvia, las migas del pan duro se sacaban al patio o a las ventanas esos días para que se humedecieran y así poder cocinarlas. Desde luego, es una elaboración ideal para un día frío y desapacible. No es un plato ligero, pues al pan, especiado, se le añaden una buena cantidad de embutidos: tocino, morcilla, longaniza, chorizo…
¿Sabías que el pan duro que se utilizaba para hacer las #migas se sacaba al patio los días de lluvia para que se humedeciera y así poder cocinarlo? ⛈️
— 1001 Sabores Región de Murcia (@1001SaboresRM) December 7, 2022
Ahora bien, más allá de las carnes, la verdadera clave está en hacer muy bien las migas. Como hemos dicho, se deben humedecer, con agua de lluvia o del grifo, pero una vez cocinadas, deben quedar sueltas.
Para elaborar la receta tradicional de las migas murcianas necesitaremos los siguientes ingredientes:
Media barra de pan duro
habitas, un puñado
ajos, 6 dientes
tocino, 4 lonchas
salchicha o longaniza, 4
morcilla, 4 uds
harina, 3 tazas
aceite de oliva
agua
sal
Elaboración:
Lo primero que hay que hacer, evidentemente, es contar con migas de pan duro. Cuentan las cocineras y lo cocineros más mayores que cuanto más duro esté el pan, mejor saldrán las migas. La explicación es sencilla, al humedecer un pan muy duro, absorberá algo de agua, pero no demasiada, que es lo que pasaría con un pan tierno.
Una vez con el pan duro, hay que ir raspando con un cuchillo para sacar trocitos pequeños del pan. Otra opción es cortarlo en rebanadas y ésta a su vez, en dados. Pero es preferible la primera opción, para queden trocitos más pequeños. Ponemos el pan en un bol amplio o en un barreño y añadimos agua. Sumergimos bien el pan para que se moje. Lo dejamos a remojo un ratito y después lo sacamos, escurrimos y pasamos a una fuente. Lo ideal es hacer esta operación la noche antes.
Acercamos una sartén bien amplia al fuego con un buen chorro de aceite y freímos los ajos enteros, sin pelar. Cuando estén hechos los sacamos.
En el mismo aceite, sofreímos las carnes, partidas en trozos: el tocino, las salchichas o longaniza y la morcilla. Cuando estén hechos, los retiramos y reservamos.
Añadimos el pan a la misma sartén, en ese mismo aceite, sin dejar de remover vigorosamente con una espátula de madera, para que el pan se vaya deshaciendo un poco.
Cuando veamos que el pan ha perdido un poco de la humedad que tenía, añadimos un cuenco de harina y seguimos removiendo sin parar. Esta harina ayudará a las migas a que pierdan más el agua y a soltarse bien. Seguimos removiendo sin parar, incidiendo en las migas para que se rompan.
Pasado un rato, volvemos a añadir otro cuenco de harina, sin dejar de remover. En total, añadiremos de esta forma hasta tres cuencos de harina. Es el secreto para que queden bien finas, secas y sueltas. Ponemos a punto de sal.
En total, cocinaremos las migas sin dejar de remover media hora más o menos… de modo que ya sabéis, el día que hagáis migas, os podéis ahorrar el gimnasio.
Una vez que las migas están hechas, es el momento de incorporar la carne y las habitas. En ocasiones se hacen con ajos tiernos, pero si tienes habitas tiernas pequeñas (pueden ser congeladas) le aportará un toque riquísimo. Si son muy pequeñitas se pueden añadir en crudo, pero también las puedes escaldar antes un poco.
Sirve inmediatamente. Tradicionalmente las migas se comían en la propia olla donde se habían hecho, comiendo todos de allí. Ahora, podemos servir las migas en una fuente en el centro de la mesa, para que todos los comensales piquen de allí. Aunque si quieres hacerlo de la forma más tradicional, también puedes llevar hasta la mesa la misma sartén en la que has elaborado las migas.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.