Quien no conozca las acelgas del campo, que no piense que se trata de acelgas normales y corrientes, sino de una planta silvestre que se asemeja a la acelga, y de ahí su nombre. Pero es diferente, especialmente en su sabor y textura.
En el campo, y en la España rural es habitual conocer plantas silvestres que se han empleado en la cocina desde siempre. Hoy, la vida urbana ha hecho que olvidemos muchos de esos alimentos. En la Región de Murcia, junto a las huertas, han crecido, y siguen creciendo, numerosos recursos silvestres con los que aún podemos recrearnos en la cocina. La acelga del campo es una hortaliza que nace de manera espontánea en el campo, que es más parecida a una espinaca que a una acelga, y que crece durante el invierno, sobre todo si hay algo de humedad en el suelo. Con la llegada del calor es cuando espiga.
La espinaca de campo, junto con lo lizones, son las hierbas silvestres más conocidas y apreciadas en la Región de Murcia.
Tras recoger las acelgas se procede a lavarlas muy bien varias veces. Ya limpias se cuecen en abundante agua con un poco de sal.
Cuando ya están cocidas se escurren muy bien y se rehogan en una sartén con aceite y ajo, cortado en láminas o dientes sin cortar, a tu elección.
Aparte, en una sartén con aceite, se fríe un huevo para cada comensal y se sirven las acelgas del campo refritas junto al huevo frito. En ocasiones, también se acompaña de algún embutido, como un poco de morcilla o un poco de lomo.
