Alcaucil, alcacil o alcachofa, la flor estrella de la huerta de la Región de Murcia. Hay mil y una formas de comerla y disfrutarla: hervidas, en arroz, en un guiso con legumbres o con patatas, confitadas, fritas, en conserva o en tortilla. Hoy proponemos una opción sencilla y deliciosa: alcachofas guisadas.
Para hacer estas alcachofas guisadas lo primero que tenemos que hacer es limpiar las alcachofas. Para ello, retira las hojas externas, corta las puntas de la alcachofa para quedarte solo con el corazón. Retira el extremo del tallo dejando como unos dos o tres centímetros de tallo y pela el exterior. Parte cada alcachofa a la mitad.
A medida que las vayas limpiando, rocíalas con zumo de limón e introdúcelas inmediatamente en un bol con agua fresca, limón y un ramillete de perejil, para que no se oxiden.
Pela el ajo, pártelo por la mitad para retirar el germen, responsable de que repita y resulte indigesto a algunas personas y pica bien menudo.
Acerca una cazuela al fuego con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra e incorpora el ajo.
Cocina un par de minutos, y antes de que tome color, incorpora las alcachofas escurridas. Riega con el vino y sube un poco el fuego para que el vino comience a hervir y se evapore el alcohol. Pon a punto de sal y pimienta negra.
Incorpora el caldo de jamón, tapa y deja cocer durante 15 o 20 minutos, a fuego suave, hasta que las alcachofas estén bien tiernas. En el último momento, se ponen los piñones.
¡Ya están listas tus alcachofas guisadas!
