El pescado no debería faltar en nuestra dieta del día a día. Es saludable y, lo mejor, es que tenemos una variedad amplísima donde elegir, y además es muy versátil porque se puede preparar de mil y una formas. La dorada es un pescado excelente para cocinar a la plancha o a la brasa, gracias a su contenido en grasa.
Lo mejor es pedir en la pescadería que nos saquen los filetes de las doradas. Si no es así, tendrás que abrirlas y quitar la raspa en casa, dejando los filetes limpios. La raspa y la cabeza guárdalas, que son excelentes para hacer caldos.
Tritura con la ayuda de una batidora el perejil, ajo y aceite de oliva hasta obtener una mezcla homogénea.
Aparte, pica la cebolla en brunoise muy finita.
Acerca una sartén al fuego con un chorrito de aceite de oliva y cocina a fuego muy suave la cebolla hasta que esté bien pochada.
En ese momento incorpora las espinacas y pon a punto de sal. Sube un poco el fuego y cocina durante tres o cuatro minutos. En cuanto las espinacas estén hechas, aparta del fuego y añade el chile rojo partido en aritos. Si no quieres que pique, retira previamente las semillas. Reserva.
Salpimienta los filetes de dorada.
Acerca una plancha estriada al fuego y, cuando esté bien caliente, coloca las doradas, primero con el lado de la piel sobre la plancha. Pinta con el aceite de ajo y perejil.
Cocina un par de minutos y da la vuelta. Pinta con un poco más de aceite de ajo perejil.
Sirve la dorada recién hecha y acompaña con las espinacas salteadas.
