Otro postre con una verdura, la calabaza, como protagonista. Se trata de un dulce sencillo y saludable, muy popular y fácil de hacer. Estas rosquillas son típicas en todo Levante, y también, cómo no, en la Región de Murcia., donde aprovechan para usar su maravillosa calabaza totanera.
Ingredientes:
350 gr. de calabaza
500 gr. de harina
1 sobre de levadura
Medio sobre de gasificiante (gaseosilla)
125 ml. del agua de cocer la calabaza, tibia
3 cucharadas de azúcar
1 cucharilla de semillas de anís
Sal, una pizca
Aceite de girasol para freír
Azúcar para rebozar
Elaboración
En primer lugar, vamos a pelar la calabaza, retirar semillas y restos de filamentos y la cocemos en agua hirviendo hasta que está bien blandita. En ese momento sacamos la calabaza con una espumadera y la dejamos escurrir antes de triturar para hacer un puré.
En 125 ml. del agua de cocer la calabaza, cuando esté tibia, pero nunca caliente, desleímos el sobre de levadura.
Colocamos en un bol la harina tamizada, es decir, pasada por un cedazo o colador de trama fina para que quede más fina y aireada. Le damos forma de volcán.
En el centro, es decir, en el cráter, añadimos el agua con la levadura y vamos removiendo lentamente e integrando poco a poco la harina. Añadimos el puré de calabaza, la pizca de sal, las semillas de anís y volvemos a remover.
Por último, añadimos el gasifiante y volvemos a mezclar todo bien para que se integren todos los ingredientes. Amasamos hasta tener una masa lisa y homogénea.
La tapamos con un paño limpio y dejamos reposar durante 40 minutos más o menos, hasta que doble su volumen.
Acercamos una sartén con abundante aceite de girasol al fuego. Cuando esté bien caliente iremos friendo nuestras rosquillas. La mejor manera de darles forma es tomando una pequeña porción con las manos, un poco embadurnadas de aceite y darle forma de bola. Aplastamos un poco y con un dedo, hacemos el agujero en el centro.
Vamos friendo las roquillas por los dos lados, en tandas pequeñas, para que no baje la temperatura del aceite.
A medida que vayan estando bien doradas, las vamos sacando a un papel absorbente.
Terminamos espolvoreando un poco de azúcar cuando aún están calientes. Es opcional. También les puedes dar un baño muy liigero de almíbar.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.