La tempura es una elaboración tradicional japonesa, cada vez más apreciada, extendida y ya asimilada en todo el mundo. Se trata de una fritura, un rebozado increíblemente liviano y crujiente, al tiempo que suave y cremoso en el interior. En el imperio del sol naciente lo preparan con todo tipo de ingredientes, aunque aquí la tempura más habitual es la de langostinos y verduras.
Hoy nos quedamos con una tempura de langostinos, aprovechando la buena materia prima que nos regala la costa de la Región de Murcia. ¡Pruébala!
Para hacer esta tempura comenzaremos con los langostinos. Pélalos, retirando la cabeza y toda la cáscara, salvo el extremo o parte final, para que una vez hechos sea más sencillos de comer. Puedes guardar las cáscaras y cabezas para otra elaboración o para un fumet.
Retírales la tripa o intestino. Reserva.
Ahora, vamos a tamizar la harina. Tamizar no es más que pasar la harina por un tamiz o colador de trama fina para que quede más suelta y aireada. Esto ayudará a que la masa quede más esponjosa y liviana, sin grumos.
Coloca la harina en un bol amplio y añade el agua helada. Lo idea es que la hayas tenido previamente un buen rato, una o dos horas en el congelador. Este es el secreto para conseguir una tempura perfecta, que el agua esté muy fría, casi congelada.
Trabaja rápidamente la mezcla hasta formar una pasta untuosa. Juega con la cantidad de agua hasta que consigas la textura deseada.
Acerca una sartén al fuego con abundante aceite. Cuando tenga esté bien caliente, pero sin llegar a humear, coge cada langostino por la colita de uno en uno, pásalo por la tempura y fríelos.
Ve friendo los langostinos en pequeñas tandas, sin echar demasiados a la sartén a la vez, para que no baje la temperatura del aceite. El segundo secreto de la tempura es que la fritura se realice en aceite bien caliente. A media que vayan estando hechos y un poco doraditos por todos los lados, ve sacándolos a un plato aparte, con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Sirve la tempura inmediatamente con unas escamas de sal por encima. Puedes acompañar si lo deseas con alguna salsa, como una muselina o una mayonesa. Adorna con algún brote verde y un poco de pimienta rosa.
