Aunque parezcan términos incompatibles, morcilla y verano no son términos incompatibles, sobre todo si estamos ante un trampantojo, al que son tan aficionados en la Región de Murcia. Esta popular tapa no está hecha con morcilla, sino con berenjena. En efecto, es un clásico del tapeo, que se puede servir en pequeños platos o bien sobre una tosta de pan.
Ingredientes
Tres cebollas
Dos berenjenas
250 ml. de aceite de oliva virgen extra
Sal
100 gr. de piñones
Orégano, 30 gr.
Elaboración:
Para hacer esta morcilla de verano, en primer lugar, pelamos y picamos en juliana la cebolla, es decir, en tiras finas.
Lava las berenjenas, retira los extremos y, sin pelar, pártela en dados menudos.
Pon el aceite de oliva virgen extra en una sartén amplia y acerca al fuego. Cuando tenga temperatura, ponemos la cebolla y dejamos pochar a fuego suave, para que se vaya haciendo despacito.
Ponemos la sal, que ayudará a que la cebolla se ablande y seguimos cocinando durante 7 minutos.
Cuando la cebolla comience a transparentar, añadimos la berenjena, movemos bien y seguimos cocinando, a fuego muy lento, largo rato. El secreto de la morcilla de verano es que las verduras estén muy muy cocinadas, casi deshechas.
En ese momento añadimos los piñones y remueve todo bien para que se integre. Incorpora también el orégano, da una vuelta al conjunto, cocina dos o tres minutos más y aparta del fuego.
Puedes servir como una tapa, en un plato al centro de la mesa y que cada uno vaya pinchando, pero también puedes preparar tostas de pan con este revuelto por encima. Se puede comer caliente, tibio o frío. De cualquier de estas maneras está delicioso.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.