Atención a este saludable plato que puede servir como guarnición para un plato de carne o pescado y redondear un plato único sabroso y original, pero también como una cena original y saludable.
La polenta no es aún demasiado conocida y preparada en España, pero en la gastronomía italiana es todo un clásico, que se prepara como aquí el puré de patata, se le puede dar los mismos usos.
Pelamos la calabaza y la partimos en dados, como de un centímetro o de un centímetro y medio de lado.
Extendemos estos dados de calabaza obre una bandeja de horno. Salpimentamos al gusto y regamos con un hilito de aceite de oliva.
Metemos en el horno, que ya debe estar precalentado a 180°C, y cocinamos durante 15 o 20 minutos. El tiempo total dependerá del tamaño de los dados de la calabaza. Lo ideal es, pasados 12 minutos pinchar alguno de esos dados para ver si están bien asados.
En cuanto estén listos, reserva.
Para preparar la polenta, acerca una cazuela al fuego con el agua.
Cuando rompa a hervir incorpora la sal y añade poco a poco la sémola de maíz o polenta, en forma de lluvia.
Baja el fuego y comienza a remover con unas varillas o cuchara de madera. Mantén a fuego suave hasta que la polenta adquiera el espesor deseado. Sigue también las instrucciones del fabricante, puesto que hay polentas ya precocidas –las que habitualmente podemos encontrar en los supermercados y comercios- que tan solo requerirán unos minutos de cocción. En el resto de los casos, podría ser necesario que la polenta cueza durante 30 o 35 minutos, incluso algunas veces algo más.
Una prueba de que va estando lista es cuando al remover vemos que comienza a despegarse de las paredes.
En cuanto esté lista, corregimos el punto de sal si fuera necesario y añadimos la pimienta negra, la mantequilla y el queso rallado. Removemos para que se integre todo bien.
Colocamos una buena cantidad de polenta sobre un plato hondo. Añadimos por encima dados de calabaza asada. Termina el plato con un poco de tomillo fresco. Si lo deseas puedes regar con un fino hilito de aceite de oliva virgen extra. Añade una pizca de sal y pimienta negra recién molida al gusto, tan solo para adornar.
