Hacer polos caseros, con fruta fresca, es una excelente idea en un verano como éste, en el que estamos achicharrados. Os proponemos unos polos de limón, que resultan los más refrescantes y chispeantes, gracias al sabor y frescura del limón de temporada, murciano, de una calidad excepcional. Pero puedes hacer esta misma receta con otras frutas. Añade siempre, un poco de zumo de limón para potenciar el sabor y juega con la cantidad de azúcar. Añade más si eres muy goloso o elimínala para un refrescante polo 100% ligero y equilibrado. Ahora bien, en esta receta sí recomendamos añadir una poca, para que no resulten ácidos en exceso.
En un cazo con agua caliente disuelve la cantidad de azúcar que quieras. Esto lo dejamos a tu elección para que crees tu polo o helado más o menos dulce.
Exprime todos los limones, menos uno.
Mezcla el zumo de limón con el almíbar e integra bien hasta conseguir una mezcla homogénea.
Lava bien el limón que has reservado entero. Parte rodajas bien finitas, con la ayuda de una mandolina, desechando los extremos. Parte en cuatro cuartos cada rodajita.
Llena los moldes de polos sin llegar hasta arriba y mete en cada molde unos cuantos trocitos de limón. Con cuatro o cinco trocitos será suficiente.
Mete tus moldes en el congelador. Pasados 45 minutos o una hora, cuando el helado se esté empezando a formar, pero aún no esté hecho, saca los moldes e introduce los palitos.
Vuelve a meter en el congelador. Lo ideal es que dejes tus polos hacerse durante 12 horas más o menos, así se habrá formado correctamente.
