El mundo de las tostas y las tapas es inmenso. Hay opciones para todos los gustos, y en verano se agraden tostas ligeras y fresquitas, como estas tostas de pipirrana, una deliciosa ensalada murciana perfecta para colocar sobre pan tostado. Lo importante, es montar las tostas al momento de servir, para evitar que el pan se ablande.
Para hacer estas tostas de pipirrana, en primer lugar, vamos a preparar el huevo duro, para que dé tiempo a que se enfríen. Acerca un cazo al fuego y cuando rompa a hervir, introduce el huevo y hierve durante 12 minutos. Sácalo y refréscalo bajo el chorro de agua fría o bien en un bol con agua y hielo. Reserva. Para evitar que el huevo se rompa cuando lo metas en el agua hirviendo… procura que no esté frío sino del tiempo. Si se te ha olvidado sacarlo un rato antes de la nevera, entonces ponlo en el cazo con el agua desde el principio, sin esperar a que hierva, pero en ese caso reduce el tiempo a 9 minutos desde que empiece a hervir.
Lava los tomates y pícalos en dados. Ponlo en un bol, recogiendo todos los jugos que suelten.
Pela la cebolla morada y pícala en brunoise finita, es decir, en daditos menudos.
Pela el ajo, pártelo por la mitad para retirar el germen, que resulta indigesto a algunas personas y es lo que hace que el ajo repita y pícalo tan menudo como puedas.
Ralla el huevo y añádelo al bol del tomate.
Añade también el ajo y la cebolla picadas.
Aliña con sal, aceite de oliva virgen extra y vinagre de Jerez al gusto.
Deja tu pipirrana en la nevera para que esté bien fresquita hasta el momento de servir.
Tuesta unas rebanadas de pan al momento, cuando vayas a servir tu merienda, o tu cena.
Pon una buena cantidad de pipirrana por encima. ¡A disfrutar!
