Es una de las elaboraciones más tradicionales y conocidas de la Región de Murcia, el zarangollo. Un revuelto de huevo con verduras delicioso y saludable, pero lleno de sabor. En esta ocasión, vamos a preparar un zarangollo tradicional, pero vamos a dar una vuelta de tuerca a su presentación, para convertirlo en una elaboración perfecta en una cena a base de picoteo en la que poder comer todas las elaboraciones con la mano.
Se trata de unos volovanes de hojaldre rellenos de zarangollo… se pueden comprar ya hechos, listos para rellenar y servir, aunque estarán mucho más ricos si los compras crudos sin hornear.
Limpia bien las verduras. Primero corta la cebolla en juliana fina, es decir, en tiritas. El calabacín, sin pelar, pártelo en dados pequeños.
Prepara una olla (o sartén con profundidad) y echa un buen chorro de aceite con el que rehogar la cebolla a fuego medio, durante más o menos 10 minutos. Entonces añade los trozos de calabacín y cocina las verduras unos 10 minutos más.
Mientras tanto gana tiempo batiendo el huevo. Cuando el calabacín esté listo (comprueba que está tierno) sube el fuego, y agrega los huevos y un poco de sal. Remueve un par de minutos hasta que el huevo cuaje.
Ahora, vamos a preparar los volovanes. Si los has comprado hechos, no tendrás más que rellenarlos, cuando el zarangollo esté tibio y servir. Si están sin cocer, píntalo con huevo batido y hornea. Cuando el volován esté tibio, rellénalo con el zarangollo y sirve.
Si compras hojaldre podrás preparar tú tus propios volovanes. Tan solo tendrás que cortar unas circunferencias con la ayuda de un cortapastas. Unas enteras, que serán el fondo, y después corta otras circunferencias pero con una circunferencia interior… es decir, un aro. Sobre cada fondo, coloca tres o cuatro aros, uno encima de otro, colocándolos muy ligeramente uno encima de otro, sin apretar.
Es importante que pinches las circunferencias que harán de fondo, para que no crezcan ni se hinchen.
Pinta con huevo batido la superficie y hornea.
