Las patatas al pelotón son una de esas elaboraciones sencillas pero irresistibles. Patatas partidas como para tortilla y fritas de tal forma que queden un poco crujientes. Después se terminan con huevo, unas veces fritos, pero en otras ocasiones revueltos.
En esta ocasión vamos a preparar un zarangollo con una pequeña variación que nos recuerda a las patatas al pelotón, y por eso lo hemos bautizado de esta forma. En realidad, es un zarangollo tradicional, pero con la peculiaridad de que el calabacín va a estar ligeramente crujiente
Ingredientes:
- 2 calabacines
- 1 cebolla grande
- 3 huevos
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Para hacer este zarangollo al pelotón, vamos a preparar, en primer lugar, las verduras.
Pela la cebolla y pártela en juliana, es decir, en tiras. No deben ser demasiado gordas, pero tampoco muy finitas. A la hora de comer, queremos reconocer y encontrarnos con la cebolla.
Por otro lado lava el calabacín, retírale los extremos y, sin pelar, pártelo en rodajas como de un centímetro de grosor y éstas, a su vez, en dados o triángulos.
Acerca una sartén al fuego con un buen chorro de aceite de oliva y fríe el calabacín a buena temperatura. A diferencia del zarangollo tradicional, queremos tostarlo un poco y que quede bien fritito. Cuando esté hecho, lo retiramos con una espumadera y lo pasamos a un plato cubierto con papel de cocina, para retirar el exceso de aceite.
En otra sartén (o en la misma si quitas buena parte del aceite) pocha a fuego suave la cebolla durante 10 minutos. En este caso, y a diferencia del calabacín, en este caso sí queremos que la cebolla sude y quede bien blandita y pochada. Añade sal.
Mientras tanto, casca los huevos y bátelos hasta conseguir una mezcla espumosa. Pon a punto de sal.
Cuando la cebolla esté bien hecha, incorpora el calabacín y, casi inmediatamente después, añade el huevo batido. Remueve bien hasta que el huevo cuaje. Pruébalo y corrige de sal si fuera necesario.
Sirve inmediatamente tu zarangollo al pelotón… y acompaña con una buena ración de pan.
Otras variantes del zarangollo
El origen de la palabra ‘zarangollo’ se relaciona con el lenguaje huertano, el habla de la huerta de Murcia y con los habitantes de esas huertas. En algunas zonas de la región existen variantes de esta receta como el pastel de zarangollo, con un toque de salsa de pimentón y acompañado de embutidos. Incluso existe una variante dulce en la que se carameliza la cebolla y el calabacín y se le agrega canela en polvo, azúcar y una crema inglesa.