Con este calor, es importantísimo mantenerse hidratado. En realidad, no apetece más que tomar bebidas fresquitas. Para evitar abusar de los refrescos azucarados y mantener a raya las calorías, lo mejor es beber agua. Pero, ¿por qué renunciar al sabor? Os presentamos este refresco casero de limón y pepino, muy fácil de hacer, hidratante y cargado de vitamina C, ligero y détox. Y además, resulta riquísimo y sorprendente.
Ingredientes
- Limones, 6
- Pepino, 1
- Agua, 2 litros
- Menta, 1 ramillete
Elaboración
Para hacer este refresco casero de limón y pepino vamos a comenzar por preparar la fruta y la verdura, es decir, los limones y el pepino. Lava perfectamente los limones y el pepino.
Reserva un trozo del pepino como de un centímetro o centímetro y medio. Lo ideal es reservar de la parte central del pepino. Ese trozo déjalo sin pelar, lo usaremos para hacer rodajitas finas. El resto, pélalo y ponlo en la licuadora para obtener su zumo. Si no tienes licuadora, puedes triturarlo muy bien con la ayuda de la batidora y después pasar ese puré por el chino o un colador fino para obtener el jugo.
Reserva un limón para hacer rodajitas y el resto exprímelo. Cuela el zumo para evitar que caigan pepitas.
Mezcla el agua con los zumos de pepino y de limón y remueve bien.
Haz rodajitas bien finas con el pepino y con el limón que tenías reservado y ponlos dentro del refresco.
Lava unas hojitas de menta, desechando los tallos introduce las hojas dentro del refresco.
Reserva en la nevera hasta la hora de servir, para que esté bien frío.
Sirve el refresco casero de limón y pepino en una bonita jarra o directamente servido en bonitos vasos. Añade en cada vaso alguna rodajita de limón y pepino así como alguna hoja de menta. Aunque no es necesario, se puede añadir algún hielo o incluso hielo picado, para que resulte aún más refrescante.
Lo ideal es preparar una buena cantidad y tener en la nevera para ir rellenando los vasos.