Región de Murcia
Ruta para disfrutar con la observación de las aves y la gastronomía en la Región de Murcia (3)
Antonio Castillejo
Miércoles 24 de agosto de 2022
ACTUALIZADO : Lunes 29 de agosto de 2022 a las 14:07 H
8 minutos
Visita a la Sierra de la Pila, los Barrancos de Gebas y los Sotos y Bosques de Ribera de Cañaverosa
Como ya explicamos en la primera parte de estas rutas para disfrutar con la observación de aves y la gastronomía en la Región de Murcia, esta comunidad es un destino inmejorable para la observación de aves ya que cuenta con ecosistemas únicos y multitud de especies.
Así lo explica la web de Costa Cálida en la que se puntualiza que en la Región existen 22 zonas de especial protección para las aves (zonas ZEPA), tanto en la costa como el interior, que cubren una superficie de más de 200.000 hectáreas.
Hoy proponemos una nueva ruta para visitar tres de esos lugares ideales para el avistamiento de aves y también para disfrutar de la gastronomía de las localidades en las que están situados: Sierra de la Pila, los Barrancos de Gebas y los Sotos y Bosques de Ribera de Cañaverosa.
Sierra de la Pila
La Sierra de la Pila está en la comarca nororiental de la Región de Murcia y es un enclave natural protegido por el Plan Regional de Ordenación de los Recursos Naturales del Parque Regional de la Sierra de La Pila. Se trata de un macizo montañoso cuyas máximas cotas oscilan en torno a los 1.200 metros en el que abundan las calizas, dolomías y yesos.
Por lo que a su flora se refiere, predominan los carrascales y sabinares en las cumbres junto a tomillares en los afloramientos yesíferos.
En la Pila, los amantes de la observación de aves disfrutarán con las águilas reales y águilas perdiceras, azores, chova piquirroja, halcón peregrino, cárabo y búho real.
Murcia Turística recuerda a los amantes de la bicicleta de montaña que pueden realizar distintos recorridos, siendo recomendable iniciar un primer tramo desde La Garapacha hasta La Fuente de la Higuera, donde encontraremos el Punto de Información desde el que nos indicarán las rutas más interesantes a seguir.
Para quienes prefieren los recorridos a pie, el ascenso hasta la cima del Parque desde el Refugio del Cabezo de Turra es una alternativa llena de encantos naturales. Conviene llevar un buen sombrero y agua para las salidas veraniegas, en las que las temperaturas suelen ser altas.
Como ya ha quedado dicho este Parque Natural se encuentra en el noreste de la Región de Murcia, en la Vega Alta del Segura, históricamente vinculada al Valle de Ricote, y allí encontramos localidades como Blanca, Abarán, Molina de Segura o Fortuna en las que disfrutar de su gastronomía tradicional.
Su cocina se basa principalmente en frutas y verduras de la zona, destacando sus arroces y guisos de fácil digestión, debido a la excelente climatología, que invita a este tipo de platos.
Un exponente de esta cocina es el arroz empedrao o, como se conoce comúnmente en los hogares murcianos, arroz con habichuelas. Se trata un arroz, elaborado en paella, muy diferente, sin carne, pero con ingredientes que lo hacen original y muy sabroso, elaborado con alubias, arroz, coliflor, berenjena, ajos tiernos, patata, habas tiernas, alcachofas, judías verdes, tomate grueso, bacalao torrado, pimentón, azafrán y sal.
En esta zona también son muy apreciados los famosos bizcochos borrachos, así llamados porque están empapados en almíbar y vino. Según cuentan, un hombre llamado Lino fue el creador de esta receta que se lleva elaborando desde el año 1600 y que es el postre típico que nació en Ojós y terminó extendiéndose por todo el Valle de Ricote.
También es un buen lugar este para probar el famoso zarangollo, un plato tradicional muy ligado a la huerta de esta zona. Se trata de un plato que, además de delicioso es muy saludable y está protagonizado por la cebolla, el calabacín y los huevos. Se come especialmente en primavera, aunque es apto para comerlo durante todo el año.
Sotos y Bosque de Ribera de Cañaverosa
Sotos y bosque de la ribera de Cañaverosa es una reserva natural terrestre que dispone de 225 hectáreas y pertenece a los municipios de Moratalla y Calasparra, en los primeros kilómetros del río Segura a su paso por la Región de Murcia.
En su vegetación predomina el chopo, sauce, fresno, olmo, adelfa, madreselva, zarza y caña.
Las aves más habituales que el amante de estos animales puede observar en la ribera de Cañaverosa son la garza real, el martinete, la oropéndola, el mirlo acuático y el martín pescador, que conviven en el parque natural con otros animales como la nutria y el galápago leproso.
Como ya se ha mencionado, los Sotos y bosque de la ribera de Cañaverosa pertenecen a los términos municipales de Calasparra y Moratalla. Y como es bien sabido, en Calasparra es de obligado cumplimiento hacer los honores a su arroz que cuenta con la etiqueta de Denominación de Origen Protegida.
Este arroz es especial porque se cultiva a unos 450 metros de altitud sobre el nivel del mar. Con él, se cocinan platos tan típicamente murcianos como el arroz con conejo y caracoles o el caldero marinero del Mar Menor.
El arroz de la localidad es tan importante, que todos los establecimientos que lo utilicen de forma habitual en sus comidas contarán con el distintivo "Espiga Dorada".
Pero el arroz no es el único motivo gastronómico para visitar Calasparra, ya que gracias a su ubicación geográfica, la localidad es el lugar perfecto para probar el arroz con conejo y los caracoles, además, tampoco se puede dejar de probar el jajullo, las migas o la famosa caldera de toro o "de los santicos".
La Región de Murcia es conocida por su gastronomía y Moratalla, como Calasparra, no se iba a quedar atrás. La localidad es famosa por su mazapán artesanal, un dulce relleno de yema de huevo. Suele cortarse en láminas y es el mejor souvenir de viaje que puedes llevarte del municipio.
También en Moratalla se preparan las famosas tortas de mosto que tienen ciertas similitudes con las tortas de Pascua pero cuentan con sus propias peculiaridades, en algunos casos tan originales como el uso del boniato, en el caso de estas tortas típicas de Moratalla.
Se trata de un dulce que se preparaba tradicionalmente en las comarcas vitivinícolas durante la época de la vendimia. Se recogía la uva para el vino, pero siempre había un poco de mosto para hacer estas tortas.
En Moratalla las preparan con mosto, aceite de oliva, boniato, azúcar, harina, levadura prensada y agua tibia.
Barrancos de Gebas
Los barrancos de Gebas son, desde 1995, un Paisaje Protegido de la Región de Murcia que cuenta con 2.271 hectáreas de superficie, repartida entre los municipios de Alhama de Murcia y Librilla.
Se trata de una formación de tierras baldías o yermas compuesta por cárcavas, cañones y barrancos, lo que le proporciona un aspecto espectacular que recuerda a un paisaje lunar.
Este espacio natural protegido sorprende por sus colores, sus formas, sus contrastes, su naturaleza y sus descarnadas laderas con el telón de fondo de las aguas del embalse de Algeciras.
Como nos recuerdan desde Murcia Turística, los Barrancos de Gebas son el contrapunto de los contrastes ambientales del sureste peninsular. Pocos lugares presentan tan cerca un bosque tan denso como el de Sierra Espuña, frente a un paisaje subdesértico como el de Gebas.
A pesar de esta apariencia, el espacio alberga comunidades de fauna y flora muy interesantes por sus adaptaciones para vivir en unas condiciones muy difíciles como la escasez de lluvias y alta insolación.
Los amantes de las aves disfrutarán aquí con la observación del busardo ratonero, el águila real, el mochuelo europeo, la grajilla, la chova piquirroja, el alcaraván, el somormujo lavanco, zampullín común, ánade azulón y la gran garza real.
Por lo que a la gastronomía de la zona se refiere destaca la torta de pimiento molido también llamada torta de pimentón, un aperitivo típico que se prepara con harina, agua, aceite de oliva, levadura, sal y pimentón, y al que normalmente se le añaden otros ingredientes.
Típico es también el jallullo, resultado de la tradicional matanza del cerdo, plato de morcillas y longanizas cocinadas con harina, aceite y sal, acompañado de un puré con tropezones de carne.
Las tortas de chicarrones son también muy típicas de la zona. Se trata de trozos de cerdo fritas que se aprovechan después de la matanza.
Y, por supuesto, los paparajotes, uno de los dulces más típicos de la comarca, que se prepara rebozando una hoja de limonero en una masa de harina, leche y huevo, y posteriormente espolvoreando azúcar y canela.
