Como ya explicamos en las anteriores entregas de estas rutas para disfrutar con la observación de aves y la gastronomía en la Región de Murcia, esta comunidad es un destino inmejorable para la observación de aves ya que cuenta con ecosistemas únicos y multitud de especies.
Así lo explica la web de Costa Cálida en la que se puntualiza que en la Región existen 22zonas de especial protección para las aves (zonas ZEPA), tanto en la costa como el interior, que cubren una superficie de más de 200.000 hectáreas.
Hoy, en esta quinta y última entre de la serie, proponemos una nueva ruta para visitar tres de esos lugares ideales para el avistamiento de aves y también para disfrutar de la gastronomía de las localidades en las que están clavados: Monte Arabí, Saladares del Guadalentín y Sierra de La Muela, Cabo Tiñoso y Roldán.
Monte Arabí
Dentro de la Región de Murcia, la localidad Yecla nos ofrece un lugar lleno de encanto, un espectáculo natural único capaz de sorprender a cualquier amante del aire libre, el Monte Arabí, a 1.068 metros de altitud.
Se trata de un paisaje de gran singularidad en el que llaman poderosamente la atención los fenómenos erosivos en sus paredes rocosas: huecos, cuevas, abrigos y superficies horadadas con forma de panal o alveolar.
Monte Arabí
Esta zona de indudable valor arqueológico es también un tesoro del arte prehistórico ya que en ella podemos encontrar pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.
Allí la vegetación la aporte el bosque de pinos carrascos, con algunas encinas y numerosas especies de flora, tales como sabina negral, madroño, espino negro o jara blanca.
Esta es probablemente una de las zonas con mayor diversidad de aves de todo el Altiplano Jumilla- Yecla.
Por lo que a las aves que se pueden observar se refiere, el aficionado encontrará la paloma zurita, roquero solitario, collalba negra, verdecillo, gorrión chillón, perdiz, torcaces, halcón peregrino, chova piquirroja, águila real, águila culebrera y búho real.
Búho Real
Como ya ha quedado dicho este entorno natural se encuentra en Yecla que junto con Jumilla y Bullas forman la trilogía de vinos murcianos reconocidos con Denominación de Origen Protegida por lo que resulta obligatorio tras la excursión por el más cercano, el de Yecla, presente en el territorio desde que lo introdujesen los fenicios y lo expandieran los romanos.
La reina de la Denominación de Origen Yecla es la uva Monastrell. De origen español, es una cepa de porte erguido con sarmientos gruesos y cortos, entrenudos de longitud media y poco ramificados; la hoja posee tres lóbulos marcados. Sus racimos son pequeños o medianos, relativamente compactos, con una piel gruesa repleta de componentes aromáticos que serán cedidos posteriormente al vino.
Pero para lograr de la Monastrell yeclana todo su potencial es necesario el suelo y el clima de esta zona de transición entre la meseta y el Mediterráneo con unos viñedos plantados entre los 500 y los 800 metros sobre el nivel del mar en suelos calizos y arcillosos pobres en materia orgánica pero muy sanos y con gran permeabilidad.
A todo ello hay que sumar además el clima de Yecla, con inviernos largos y fríos y veranos calurosos con escasas precipitaciones en otoño y primavera que junto a las 3.385 horas de sol que reciben los viñedos de media permiten una excelente maduración.
Saladares del Guadalentín
Los Saladares del Guadalentín es un Espacio Natural Protegido en el centro de la Región de Murcia, cerca del río Guadalentín, a la altura de los términos municipales de Alhama de Murcia y Totana.
Se trata de una extensa llanura aluvial de carácter salino. Su humedad, de tipo continental, difiere de la imagen típica que se tiene de una zona húmeda, por lo que se les ha clasificado como criptohumedales
Pero también posee una zona con estepas salinas salinas lo que hace de la zona un hábitat ideal para aves de tipo estepario, como el aguilucho cenizo.
Pese a que resulte paradójico que haya un subsuelo húmedo y que a la vez la superficie sea estepárica, existe una dependencia entre ambos subsistemas a través de procesos de evapotranspiración.
Saladares de Guadalentín
La vegetación natural de los Saladares del Guadalentín está compuesta por matorral halófilo, es decir, plantas amantes de la sal, adaptadas a la salinidad del terreno. A muchas de ellas se les conoce comúnmente como barrillas y almarjos. También encontramos
La vegetación natural de los Saladares del Guadalentín está compuesta por matorral halófilo, o lo que es lo mismo, plantas amantes de la sal y que están adaptadas a la salinidad del terreno. A muchas se les conoce comúnmente como barrillas y almarjos. También encontraremos, entre otras, siempreviva, omillo sapero, artemisia o carrizo.
Por lo que al avistamiento de aves se refiere, además del ya mencionado aguilucho cenizo, en los Saladares se pueden observar al cernícalo primilla, al aguilucho cenizo, la ganga ortega, el sisón, la avoceta común, la lechuza, el alcaraván y el abejaruco.
Abejarrucos
Tras la observación de las aves conviene retomar fuerzas con la gastronomía de Totana, propia del Bajo Guadalentín en la que se caracteriza por la sencillez de unos platos que combinan la tradición con las nuevas técnicas y en los que, como no podía ser de otra manera, destacan los productos de la huerta murciana.
Ahí está la torta de pimiento molido, también llamada torta de pimentón, que es un aperitivo típico que se prepara con harina, agua, aceite de oliva, levadura, sal y pimentón, y al que normalmente se le añaden otros ingredientes.
La tradicional matanza del cerdo por estas tierras obtiene como resultado el jallullo, un plato de morcillas y longanizas cocinadas con harina, aceite y sal, acompañado de un puré con tropezones que son de carne también de la matanza.
Jallullo
Las tortas de chicarrones también son muy típicas de la Región. Se trata de trozos de cerdo fritas que se aprovechan después de la matanza.
Las migas son una receta muy popular en España y dependiendo de la comunidad se cocinan de una manera u otra. Las migas totaneras tienen como ingrediente secreto las partes del cerdo murciano.
Y también hay que probar los paparajotes totaneros, uno de los dulces típicos de la Región que se preparara rebozando una hoja de limonero en una masa de harina, leche y huevo, y posteriormente espolvoreando azúcar y canela.
Sierra de La Muela, Cabo Tiñoso y Roldán
Al oeste de Cartagea se encuentra el espacio natural de la sierra de la Muela, cabo Tiñoso y Roldán, en el extremo sur de la Región de Murcia y se extiende hasta la bahía de Mazarrón formando parte de la cordillera litoral de Cartagena.
Se trata de uno de los lugares de mayor importancia ecológica de la Región por lo que ha sido declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
Por lo que a la flora de este espacio se refiere, se puede encontrar gran diversidad biológica entre el interior y la costa. La vegetación en los montes es característica del bosque mediterráneo con pinos carrascos, jaras, romeros, tomillares y acebuches.
Sierra de la Muela
En las laderas más cercanas al mar y, especialmente en todo Cabo Tiñoso, podemos encontrar vegetación adaptada a condiciones muy acusadas de aridez y temperaturas suaves durante todo el año.
Entre las aves que se pueden observar en esta zona destacan el halcón peregrino, búho real, águila real, águila culebrera, águila perdicera, diversas especies de currucas, alcaravanes, alzacolas, piquituertos y el camachuelo trompetero.
Águilas Reales
Una vez cumplida la excursión deberemos continuar trayecto para conocer la cultura gastronómica de Cartagena y reponer fuerzas. Grave pecado sería estar en esta localidad murciana y no probar las migas. No hay plato más tradicional, de origen más humilde y al mismo tiempo, más delicioso y de moda. El origen está en la forma en que los pastores aprovechaban las migas de pan duro.
Las migas se comen por toda España, aunque la receta varía notablemente de unos territorios a otros, aunque la base sea similar. Tienen mucha fama las migas manchegas, también las extremeñas, pero las murcianas tienen algo que las diferencia: la carne porcina de la Región con esa raza autóctona que es el chato murciano, una bendición que hace no muchos años estuvo apunto de extinguirse y que gracias a los ganaderos murcianos se ha podido recuperar.
Otro plato típico son los michirones que constituyen una de las recetas de legumbres más populares de la gastronomía murciana, un plato de cuchara delicioso. Ni garbanzos ni alubias, la base de este plato es otra legumbre, las habas secas son el secreto de esta elaboración.
Michirones
También hay que descubrirse ante el guiso de pava con pelotas que hoy puede parecer un plato sencillo, perfecto para cualquier día de la semana, pero antiguamente era un plato de celebración, un plato de domingo e incluso uno de esos platos que se preparaban en Navidad, cuando toda la familia se reunía en torno a la mesa y se preparaba algo especial. Un plato tradicional que pasa de generación en generación y está hecho de recuerdos familiares.
Y para terminar, ¿qué mejor postre que un buen melón gozoso? Recién sacado de la huerta murciana y que cuenta con la Indicación Geográfica Protegida
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.