El primer asentamiento humano en Águilas nació en el siglo II a.C y fueron los romanos la que la bautizaron como Aquilae y la eligiero por estar enclavada en un zona costera estratégica para la salida del mineral de las sierras circundantes. La ciudad pasó a manos visigodas en el siglo VI y tras la invasión musulmana fue parte primero del Emirato independiente de Córdoba (siglo VIII) y más tarde del Califato de Córdoba (siglo X) antes de convertirse en reino de Taifas en el siglo XI.
Fue en 1243, bajo el reinado de Fernando III, cuando Águilas se convierte Reino de Murcia bajo el protectorado del Reino de Castilla que un año después lo cedería al de Aragón hasta que una revolución de mudéjares murcianos dio pie a que Alfonso X, rey de Castilla se hiciera con la región.
La Águilas que hoy conocemos fue diseñada en 1765, durante el reinado de Carlos III, por el ingeniero militar Mateo Vodopich, nacido en la localidad croata de Dubrovnik y muerto en Cartagena, si bien la construcción del emblemático Castillo de San Juan de las Águilas es anterior porque se diseñó para defender la bahía en 1756.
Castillo de San Juan de las Águilas
Muchos son los encantos que la historia de Águilas ofrece a sus visitantes, pero sin duda uno de los principales es precisamente ese Castillo de San Juan de las Águilas que si bien se levantó como hoy lo conocemos en el siglo XVIII ya era un enclave militar hace 20 siglos hasta que fue abandonado tras la expulsión de los árabes y reconstruido por Carlos I para vigilar la franja del litoral comprendida entre Vera y Mazarrón amenazada por los turcos.
La siguiente remodelación fue obra de Felipe II en 1579 y consistió en la construcción de la Torre de las Águilas en honor a San Juan Bautista y tras ella la última remodelación, como ya ha quedado dicho, fue la de Carlos III.
Hoy quedan pocos restos de su antiguo esplendor, pero no obstante, en su fachada se puede observar un escudo donde aparecerían dibujados los leones de Castilla y en recientes excavaciones realizadas se han descubierto en sus alrededores pasadizos subterráneos que, cuenta la leyenda popular, enlazaban con otro castillo, el de Tébar, enclavado en las estribaciones de la Sierra de Almenara, a 12 kilómetros de Águilas.
Isla del Fraile
Muy interesante es también la historia de la pequeña Isla del Fraile, habitada desde época romana y que aún guarda restos de aquel periodo junto a ruinas de principios del siglo XX.
Fue esta isla un importante centro de producción del por entonces apreciadisimo garum, una salsa de pescado de sabor intenso y muy salado preparada con vísceras fermentadas de pescado muy extendida en la gastronomía romana que los habitantes de la Antigua Roma utilizaban para condimentar y acompañar gran cantidad de comidas y que también se utilizaba con fines médicos y cosméticos.
Este es el motivo que explica que se hayan encontrado en la Isla del Fraile numerosas ánforas y vajillas del siglo IV de cerámica de sigillata gris.
Embarcadero del Hornillo
La creación del Embarcadero de Mineral El Hornillo se debió a la iniciativa del ingeniero de minas y ferrocarriles de origen británico Gustavo Gillman que trabajó en nuestro país para la Great Southern of Spain Railway Company Limited.
Su objetivo era potenciar la línea férrea de Águilas-Lorca-Baza con la explotación de las minas de la Sierra de Bacares y se inauguró el 18 de agosto de 1903 si bien ni entró en funcionamiento hasta 1904. Desde entonces y hasta su cierre se dedicó a la carga de hierro.
El embarcadero recibe el nombre de la bahía que lo acoge, El Hornillo. Se construyó totalmente de acero y hormigón y podía albergar y suministrar a dos buques de forma simultánea. Además está unido a la Estación de Águilas por un puente metálico de más de un kilómetro de longitud.
A disfrutar comiendo
Pero una visita cultural a Águilas no estaría completa si no se conociese su ancestral y variada cocina, repleta de contraste de sabores y basada en los productos del mar y de la huerta.
Los platos que se sirven en los restaurantes de la ciudad suelen estar muy condimentados y muchos tienen influencia de la cocina árabe, especialmente los postres.
Los productos estrella de la cocina de Águila son sin duda el salmonete, el tomate, la alcaparra y la justamente famosa gamba roja de Águilas. Pero esto no eclipsa la merecida fama de los embutidos típicos de la zona como la morcilla de cebolla, la salchicha o la longaniza.
Con todo ello, la cocina de Águilas, popular y con personalidad, nos ofrece deliciosos platos para disfrutar comiendo como el Caldo de Pescado, los Escabeches, el Ajo Colorao, la Ensalada de Pulpo, el Arroz a Banda, la Ensaladica Cocida...
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.