De la misma forma que la Región de Murcia es la de los 1.001 Sabores también hay 1.001 maneras de conocerla y explorarla. "Desde visitar distintos municipios y degustar su gastronomía hasta apostar por el turismo activo practicando la gran variedad de deportes que ofrecen los distintos escenarios de la Región", apubtan desde la web de Costa Cálida.
Si lo tuyo son las aventuras, el deporte y la naturaleza, no te puedes perder el descenso por el río Segura. Una experiencia para los sentidos en la que disfrutarás de la Región como nunca antes habías hecho. Por eso aquí te contamos algunas cosas que debes saber si quieres vivir una aventura rodeado de agua.
El río Segura se va abriendo paso por toda la Región, atravesándola de punta a punta y formando unas gargantas inolvidables, sobre todo en su cauce alto, justo desde donde se puede descender remando río abajo.
Rafting por el río Segura. Foto: Costa Cálida
En Costa Cálida recuerda que hay distintas opciones de ruta para descender el río Segura:
Una opción más tranquila al principio del Cañón de Almadenes, con descenso en barca neumática o en unos rápidos.
Otra opción para los más atrevidos cerca de Blanca, con descenso en rápidos y una aventura más movida.
Sea cual sea la opción elegida y siguiendo la recomendación de Costa Cálida, no te puedes perder el descenso del Cañón de Almadenes, una aventura que comienza en Calasparra y que es perfecta para los apasionados de la naturaleza. Se puede realizar en barca o kayak, aunque también es posible practicar otros deportes para explorar la zona, como el senderismo y el barranquismo.
Cañón de Almadenes. Foto: Costa Cálida
Pero su atractivo turístico no acaba aquí. Una vez que llegues hasta la presa de La Mulata, no te puedes perder las pinturas rupestres de la Cueva de los Monigotes.
También se caracteriza por ser un paraje de una belleza singular y con gran biodiversidad en flora y fauna, pudiendo admirar durante la aventura búhos reales, águilas culebreras y nutrias gracias a nuestro mejor aliado: el silencio.
Calasparra
Como ha quedado dicho, la ruta del descenso del Cañón de Almadenes comienza en Calasparra y hablar de esta localidad es hacerlo de suel arroz de Calasparra, que además cuenta con la etiqueta de Denominación de Origen Protegida.
Este arroz es especial porque se cultiva a unos 450 metros de altitud sobre el nivel del mar. Con él, se cocinan platos como el arroz con conejo y caracoles o el caldero marinero del Mar Menor.
Arrozal de Calasparra. Foto: Bigstock
El arroz de la localidad es tan importante, que todos los establecimientos que lo utilicen de forma habitual en sus comidas contarán con el distintivo "Espiga Dorada".
Pero con todo, el arroz no es el único motivo para visitar Calasparra, ya que gracias a su ubicación geográfica, la localidad es el lugar perfecto para probar también el jallullo, las migas o la famosa caldera de toro o "de los santicos".
Blanca
Y como también queda dicho, las ruta para desdencer el Segura de foma más atrevida pasa por hacerlo en los rápidos cercanos a la localidad de Blanca que muestra su belleza en el corazón del Valle de Ricote, conocida por antiguamente como La Negra, por el color de la roca donde se asienta.
Entre los restos históricos del municipio, destaca el castillo coronando la villa, construido en el siglo XII por los musulmanes, ante él se muestra el valle lleno de esplendor. Es accesible desde el casco antiguo de la población, donde el viajero podrá conocer la estructura de la antigua villa medieval al igual que disfrutar del calor de sus gentes.
Entre sus otras edificaciones también es necesario rendir visita a la Iglesia de San Juan Evangelista, del siglo XVI; la Ermita de San Roque de estilo barroco; la casa La Favorita, construida en estilo ecléctico durante el siglo XIX; la casa del Conde, fiel muestra del neoclasicismo del XIX y, por último, el Teatro Victoria, en el que se realizó una importante restauración y modernización de sus instalaciones a finales de la década de los 90.
De obligado cumpkimiento es la visita a la Fundación Pedro Cano, que se encuentra situada en una extraordinaria construcción a orillas del río Segura y alberga algunos de los mejores trabajos de este artista blanqueño. Además, cuenta con salas para exposiciones temporales, talleres, biblioteca y auditorio.
Así mismo es interesante para el visitante el Centro de Interpretación de la Luz y el Agua, que expone el aprovechamiento hídrico a lo largo de la historia del municipio.
Aceituna Mollar de Blanca. Foto: Bigstock
Blanca, donde se mezcla la belleza de la naturaleza y el recuerdo de la tradición, ofrece al viajero la posibilidad de disfrutar de un municipio perdido en el tiempo y también de degustar un vino elaborado en el vecino Ricote acompañado de las típicas aceitunas Mollar que aquí, como en Cieza, se producen y que tienen un sabor fuerte y amargo que no deja indiferente a quienes la prueban.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.