Los productos huertanos de la Región de Murcia son todo un referente a nivel mundial. Sus empresas exportadoras, las técnicas de cultivo que utilizan y el trabajo de sus agricultores y regantes, han hecho que la comunidad sea considerada como 'la Huerta de Europa'.
La Región es ampliamente conocida por el cultivo de frutas, verduras, cítricos y hortalizas, y de hecho ocupa el tercer puesto en exportación de estos productos a nivel nacional. La orografía y el clima del lugar, hacen que en sus tierras puedan cultivarse casi todo tipo de productos. Productos a los que en la Región de Murcia sabe sacárseles parido como podemos conprobar con estas tres ensaladas típicas.
Ensalada murciana
También llamada mojete, si tuviéramos que definir este plato murciano con tres palabras, podríamos decir que es la mezcla perfecta entre huerta, granja y mar. Con tomates pelados ‘’de bote’’, cebollas tiernas, olivas, huevos duros y atún, esta combinación es ideal para cualquier foodie amante de lo saludable que busca un plato sabroso.
Protagonizado por el tomate en conserva como ingrediente estrella, la ensalada murciana es el plato refrescante que necesitas para esos días de verano murcianos.
Si eres de los que retuercen su recetario e inventiva a la hora de deslumbrar a tus invitados con esa ensalada veraniega que refresque como ninguna otra, deja de sufrir y prepara uno de los clásicos de la Región de Murcia, el mojete murciano.
Muchos se preguntan por qué en la 'Huerta de Europa' se prepara una ensalada con tomate de bote pero lo que desconocen es que de cada cinco envases de conserva vegetal producidos en España, uno sale de las fábricas murcianas, lo que supone un parte fundamental del sector agroalimentario regional y, por tanto, de nuestras mesas.
Una tradición que se remonta al siglo XIX y que, hoy día, se mantiene como puntal básico de nuestra gastronomía. Y en ella no podía dejar de estar uno de los frutos emblemas de Murcia, el tomate, ingrediente estrella de esta receta repleta de salud y sabor, ideal para las deshidratantes temperaturas que nos azotan este verano.
Pero ¿sabías que el tomate es una fruta?. Su nombre procede de la lengua azteca "náhualt" que significa "fruta hinchada" y son sus semillas las que dan la pista definitiva para afirmar que así lo es.
Hazte con un buen tomate murciano en conserva, cuece unos huevos, compra rico atún en aceite, corta una cebolla cruda en juliana fina y añade por último unas olivas de 'Cuquillo' de la Región de Murcia y un aceite de oliva Virgen extra, la eficiencia perfecta.
No olvidéis abasteceros con una ingente cantidad de pan porque no podréis dejar de darle al 'mojete' mientras en el plato quede algo. Perfecta para llevarla a vuestros picnics de monte o playa. Para esos tuppers que te salvan la vida en tu jornada laboral o esas cenas en casa de amigos donde no sabes qué aportar por falta de tiempo o ideas.
Ingredientes:
500 gramos de tomate pelado en conserva,
2 cebollas tiernas
3 huevos
180 gramos de atún en aceite
150 gramos de aceitunas de cuquillo
3 gramos de sal
100 ml aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Troceamos la cebolla en juliana o trozos medianos. Cocemos los huevos y los troceamos en trozos medianos o en octavos. Escurre el tomate pelado en conserva y trocéalo en cuadraditos. Ponemos el tomate en un bol grande. Añadimos la cebolla, el atún troceado, las aceitunas de cuquillo, el aceite de oliva virgen extra y la sal. Removemos toda la mezcla. Añadimos el huevo. Removemos toda la mezcla ligeramente.
Zarangollo
El zarangollo es un revuelto de calabacín, cebolla y huevo. Esta mezcla tan exquisita confirma las maravillosas combinaciones de verduras que se hacen en los platos murcianos.
En algunos municipios como Cieza le añaden tomate e incluso berenjena o calabaza; y en el campo de Cartagena se cocina dentro de una masa de pan. Luego están los más innovadores, quienes le añaden patata para darle un toque diferente. Pero el caso es que con o sin patata, tomate o masa de pan, el zarangollo murciano es espectacular en cualquiera de sus formas y es siempre un éxito en cualquier mesa.
El zarangollo está estrechamente ligado a la huerta de esta zona de España. Se trata de un plato que, además de delicisoso es muy saludable. Si no lo has probado nunca, toma nota de la receta porque querrás comerlo todos los días.
Como ya hemos dicho, aunque en cada hogar se intenta personalizar, la receta tradicional se compone de cebolla, calabacín y huevo.
Se trata de un plato que se come especialmente en primavera, aunque es delicioso para comerlo durante todo el año.
Lo primero que haremos será preparar la cantidad de cada uno de los ingredientes que vamos a utilizar. En este caso, prepararemos el doble de calabacines que de cebollas, ya que la hortaliza debe ser la protagonista del plato. Para una preparación para 4 personas echaremos una cebolla dulce y unos 3 calabacines. En cuanto a los huevos, utilizaremos unos 3 de corral preferiblemente.
Para el preparado lo primero que tenemos que hacer es freír las cebollas y los calabacines. Se trata de un paso que podemos hacerlos por separado o juntos si utilizamos cebolla dulce (lo más recomendado). En el caso de los calabacines, podemos pelarlos o no. Cortaremos la cebolla en juliana y el calabacín en discos.
Una vez incorporados los dos ingredientes en la sartén les añadiremos un poco de sal y pimienta.
En primer lugar, cocinaremos con el fuego fuerte para tratar de eliminar toda el agua que suelen expulsar este tipo de hortalizas. A continuación, bajaremos el fuego y lo dejaremos cocinar unos 40 minutos hasta que ambos productos estén muy tiernos.
Una vez listo el paso anterior, echaremos los huevos sin batir, los cuales se irán rompiendo mientras removemos todo suavemente con una pala de madera. Al tener el fuego lento conseguiremos que los huevos se vayan cuajando poco a poco quedando muy jugosos. Cuando observemos que la textura está lo suficientemente jugosa, retiraremos la mezcla del fuego y lo dejaremos reposar durante unos 10 minutos.
Se trata de un plato principal que también se puede servir como aperitivo o como guarnición y acompañamiento a otros platos.
Puedes servirlo a temperatura templada o cliente. Pero eso sí, cuando lo sirvas, que no falte un buen pan para mojar.
Y un recordatorio, conviene no olvidar nunca que el truco para evitar que las verduras u hortalizas absorban mucho aceite mientras las freímos es dejando que estas se hagan lentamente y con poco aceite. Ello hará que sea la propia agua que contienen estos alimentos los que ayuden en su cocinado.
Ensalada templada de verduras murcianas a la plancha
Calabacín, berenjena, alcachofas, pimientos rojo y verde, espárragos trigueros, champiñón, cebolla… Verduras frescas, de temporada. Para hacer esta receta, es lo único que necesitarás. No puede ser más sencillo de hacer, y el resultado, al mismo tiempo, no pude ser más delicioso. Ideal como ensalada templada o también como guarnición de algún otro plato.
Pocas recetas como ésta demuestran que en la cocina, cuando dispones de buenos ingredientes, menos es más. Atención a la mejor forma de disfrutar de la ‘Huerta de Europa’.
Ingredientes:
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 calabacín
4 champiñones
7 espárragos trigueros
1 cebolla
1 berenjena
2 alcachofas
100 gramos de setas de cardo
Ante todo el producto debe ser fresco lo que no equivale a guardarlo durante semanas en el frigorífico. Recordad lavar bien bajo chorro de grifo la verdura cuando vayáis a prepararla, no antes y, menos aún, dejarla en remojo. Pero lavar significa frotar bien.
Lo más importante para hacer esta receta es que el producto esté bien fresco, que las verduras estén frescas y tersas, y que no lleven semanas rodando por la nevera, ya mustias y lacias. Lava bien los pimientos rojo y verde, el calabacín y la berenjena. Los champiñones y las setas de cardo es preferible no mojarlas. Se deben limpiar con un paño húmedo y retirar la parte del tallo que pueda tener tierra.
Lava los espárragos trigueros, retira el final, duro y fibroso y deja el resto entero.
Limpia las alcachofas retirando las hojas exteriores y los extremos. Cuando tengas el corazón más tierno pártelo y ponlo inmediatamente en un bol con agua y zumo de limón y dos ramitas de perejil, para que no se oxiden.
Pela la cebolla y pártela en rodajas.
Retira las semillas de los pimientos y también, partelos en rodajas. Haz lo mismo con la berenjnea y con el calabacín.
Pon bastante sal sobre las rodajas de berenjena y colócalas sobre una rejilla y mantenla así durante al menos 10 minutos. Así perdrá parte de su agua y amargor. Antes de cocinarlas, retira el exceso de sal con un papel de cocina.
Por último, corta también los champiñones en láminas. Las setas de cardo, las puedes dejar enteras.
Añade un chorrito de aceite de oliva sobre una plancha. Cuando esté bien caliente, pon un poco de sal y ve poniendo las verduras. Primero las más duras, y depsués las más tiernas. Ve haciéndolas por los dos lados. Primero la cebolla, la alcachofa, los pimientos, los espárragos. Después las berenjenas, los champiñones, las setas y, por último los calabacines.
Hay un indicativo infalible para saber cuándo están listas para emplatar y comer: su color. Cuando la verdura empieza a perder color significa que está perdiendo su punto óptimo de cocción. Las verduras deben estar al dente, un poco enteras, no deben cocinarse demasiado.
Rematadlas con sal ecológica de las salinas de Región de Murcia. Se pueden acompañar con alguna salsa.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.