Los productos huertanos de la Región de Murcia son todo un referente a nivel mundial. Sus empresas exportadoras, las técnicas de cultivo que utilizan y el trabajo de sus agricultores y regantes, han hecho que la comunidad sea considerada como la huerta de Europa.
La región, que es conocida por el cultivo de frutas, verduras, cítricos y hortalizas, y de hecho ocupa el tercer puesto en exportación de estos productos a nivel nacional. La orografía y el clima del lugar, hacen que en sus tierras puedan cultivarse casi todo tipo de productos y con ellos todo tipo de platos como los tres que proponemos a continuación.
Pisto de la Vega Media
La huerta de la vega del Segura es a la que hace referencia el nombre de este pisto tradicional de Murcia que, como no podía ser de otra manera, es un plato típico huertano. Todos los platos de pisto tienen enormes similitudes, desde el pisto manchego a la ratatuille francesa, pero cada uno, por supuesto, tiene sus peculiaridades. El pisto de la Vega Media también tiene, cómo no, sus características propias.
Se trata de un pisto en el que desaparece el calabacín. Se elabora con berenjena, pimientos rojo y verde y tomates. Cada verdura se fríe primero por separado, antes de unirse en la sartén. Pero el ingrediente que le hace más peculiar es el huevo, que aporta su toque final y su característico color dorado.
Ingredientes
Tomates maduros, 2 o 3 kg.
2 berenjenas hermosas
2 pimientos verdes
1 pimiento rojo
4 huevos
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración, paso a paso
Para hacer este pisto de la Vega Media, lo primero que debes hacer es quitar el amargor que tiene la berenjena. Es muy sencillo. Lávala y, sin pelar, pártela en rodajas y colócala sobre una rejilla. Añade un buen puñado de sal por encima y déjala reposar durante al menos media hora. Así, sudará y perderá parte de su agua y, con ella, su amargor.
Pasado este tiempo, retira ligeramente la sal con la ayuda de un papel de cocina.
Por otro lado, pela los tomates. Si no tienes un pelador de verduras especial para tomates, con el filo serrado, la manera más sencilla de pelar los tomates es escaldándolos. Para ello, acerca un cazo con abundante agua al fuego y, cuando rompa a hervir, introduce los tomates con un corte sobre su piel en forma de cruz durante apenas 40 o 50 segundos. Pásalos inmediatamente a agua muy fría, con hielo, para cortar la cocción. Hecho esto, se pelarán con suma facilidad, tan solo tirando de su piel.
Acerca una sartén honda o cacerola al fuego con un hilito de aceite de oliva virgen extra y, cuando tenga temperatura, incorpora la berenjena. Deja que se cocina a fuego medio. Cuando esté bien hecho, retira y reserva.
En esa misma sartén y en el mismo aceite (puedes añadir un poco más si fuera necesario), incorpora los pimientos, rojo y verde, picados. Sofríelos a fuego medio. Cuando estén bien hechos, lo que les llevará entre cinco y siete minutos, retira.
Añade a la misma sartén, de nuevo con el mismo aceite o añadiendo un poco más si vieras que es necesario el tomate pelado y partido en dados. Pon a punto de sal y cocina a fuego suave hasta que esté bien hecho y comience a deshacerse.
En ese momento, añade el resto de verduras y remueve bien. Deja que se cocine el conjunto durante 5 minutos. Al final, prueba y rectifica de sal si fuera necesario.
Por último, ve añadiendo los huevos de uno en uno. No hace falta batirlos. Ve cascándolos de uno en uno (con cuidado de que no caiga cáscara) sobre el pisto. En cuanto estén todos, remueve mientras se van cuajando. Aparta del fuego y sirve inmediatamente.
Este plato es muy similar a otra elaboración murciana, el ‘frito de verano’. Es normal, que existan muchas recetas tradicionales parecidas, de la época en la que el consumo de tomate se limitaba antiguamente a la época veraniega, cuando había mucha producción de tomate, pero solo en ese momento.
Por supuesto, esta receta está abierta a variaciones. Hay quien la elabora solo con pimiento verde, y no rojo. Y quien añade también calabacín. Es un plato muy agradecido, de modo que, ¿por qué no?
Zarangollo
El Zarangollo es un plato tradicional murciano ligado a la huerta de esta zona de España. Se trata de un plato que, además de delicisoso es muy saludable. Si no lo has probado nunca, toma nota de la receta porque querrás comerlo todos los días.
Aunque en cada hogar se intenta personalizar, la receta tradicional se compone de cebolla, calabacín y huevo. A estos tres ingredientes podemos incorporarle patata, algo cada vez más frecuente en todas las recetas de este plato.
Se trata de un plato que se come especialmente en primavera, aunque es delicioso para comerlo durante todo el año.
Lo primero que haremos será preparar la cantidad de cada uno de los ingredientes que vamos a utilizar. En este caso, prepararemos el doble de calabacines que de cebollas, ya que la hortaliza debe ser la protagonista del plato. Para una preparación para 4 personas echaremos una cebolla dulce y unos 3 calabacines. En cuanto a los huevos, utilizaremos unos 3 de corral.
¿Preparado?
Lo primero que tenemos que hacer es freír las cebollas y los calabacines. Se trata de un paso que podemos hacerlos por separado o juntos si utilizamos cebolla dulce (lo más recomendado). En el caso de los calabacines, podemos pelarlos o no. Cortaremos la cebolla en juliana y el calabacín en discos.
Una vez incorporados los dos ingredientes en la sartén les añadiremos un poco de sal y pimienta.
En primer lugar, cocinaremos con el fuego fuerte para tratar de eliminar toda el agua que suelen expulsar este tipo de hortalizas. A continuación, bajaremos el fuego y lo dejaremos cocinar unos 40 minutos hasta que ambos productos estén muy tiernos.
Una vez listo el paso anterior, echaremos los huevos sin batir, los cuales se irán rompiendo mientras removemos todo suavemente con una pala de madera. Al tener el fuego lento conseguiremos que los huevos se vayan cuajando poco a poco quedando muy jugosos. Cuando observemos que la textura está lo suficientemente jugosa, retiraremos la mezcla del fuego y lo dejaremos reposar durante unos 10 minutos.
¿Cómo se come?
Se trata de un plato principal que también se puede servir como aperitivo o como guarnición y acompañamiento a otros platos.
Puedes servirlo a temperatura templada o cliente.
Y eso sí, cuando lo sirvas, que no falte un buen pan para mojar.
Evita el exceso de aceite
El truco para evitar que las verduras u hortalizas absorban mucho aceite mientras las freímos es dejando que estas se hagan lentamente y con poco aceite. Ello hará que sea la propia agua que contienen estos alimentos los que ayuden en su cocinado.
Verduras de la huerta murciana a la plancha
Calabacín, berenjena, alcachofas, pimientos rojo y verde, espárragos trigueros, champiñón, cebolla… Verduras frescas, de temporada. Para hacer esta receta, es lo único que necesitarás. No puede ser más sencillo de hacer, y el resultado, al mismo tiempo, no pude ser más delicioso. Ideal como guarnición de algún plato potente de carne, como primer plato, o para improvisar una cena rica y saludable.
Pocas recetas como ésta demuestran que en la cocina, cuando dispones de buenos ingredientes, menos es más. Atención a la mejor forma de disfrutar de la ‘huerta de Europa’.
Ingredientes:
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 calabacín
4 champiñones
7 espárragos trigueros
1 cebolla
1 berenjena
2 alcachofas
100 gramos de setas de cardo
Ante todo el producto debe ser fresco lo que no equivale a guardarlo durante semanas en el frigorífico. Recordad lavar bien bajo chorro de grifo la verdura cuando vayáis a prepararla, no antes y, menos aún, dejarla en remojo. Pero lavar significa frotar bien.
Lo más importante para hacer esta receta es que el producto esté bien fresco, que las verduras estén frescas y tersas, y que no lleven semanas rodando por la nevera, ya mustias y lacias. Lava bien los pimientos rojo y verde, el calabacín y la berenjena. Los champiñones y las setas de cardo es preferible no mojarlas. Se deben limpiar con un paño húmedo y retirar la parte del tallo que pueda tener tierra.
Lava los espárragos trigueros, retira el final, duro y fibroso y deja el resto entero.
Limpia las alcachofas retirando las hojas exteriores y los extremos. Cuando tengas el corazón más tierno pártelo y ponlo inmediatamente en un bol con agua y zumo de limón y dos ramitas de perejil, para que no se oxiden.
Pela la cebolla y pártela en rodajas.
retira las semilals de los pimientos y también, partelos en rodajas. Haz lo mismo con la berenjnea y con el calabacín.
Pon bastante sal sobre las rodajas de berenjena y colócalas sobre una rejilla y mantenla así durante al menos 10 minutos. Así perdrá parte de su agua y amargor. Antes de cocinarlas, retira el exceso de sal con un papel de cocina.
Por último, corta también los champiñones en láminas. Las setas de cardo, las puedes dejar enteras.
Añade un chorrito de aceite de oliva sobre una plancha. Cuando esté bien caliente, pon un poco de sal y ve poniendo las verduras. Primero las más duras, y depsués las más tiernas. Ve haciéndolas por los dos lados. Primero la cebolla, la alcachofa, los pimientos, los espárragos. Después las berenjenas, los champiñones, las setas y, por último los calabacines.
Hay un indicativo infalible para saber cuándo están listas para emplatar y comer: su color. Cuando la verdura empieza a perder color significa que está perdiendo su punto óptimo de cocción. Las verduras deben estar al dente, un poco enteras, no deben cocinarse demasiado.
Rematadlas con sal ecológica de las salinas de Región de Murcia. Se pueden acompañar con alguna salsa.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.