“Una gabardina para salvaguardarse de antojos prohibidos de barra. Un rebozado para atraernos a todos. Una de esas tapas indispensables en cualquier reunión de amigos: los caballitos, un bocado que se resiste a desaparecer de nuestro recetario y comanda” dicen desde 1.001 Sabores la Región de Murcia sobre una de sus tapas estrella… con permiso de la marinera. Ojo, no hay que confundir los caballitos con las gambas a la gabardina ni con las gambas en tempura. Son similares, desde luego, pera cada especialidad tiene sus peculiraries. La más importante y distintiva es que si no fueran caballitos… ¡no serían murcianas!
Se trata de un bocado perfecto para tomar cuando salimos a tomar unos vinos o unas cañas, en el tapeo de los bares de la Región de Murcia, pero también, por qué no, para hacer en casa.
Ingredientes:
Gambas crudas, 500 gr.
Harina, 250 gr.
Cerveza
Sal
Elaboración:
Para elaborar estas gambas rebozadas, lo primero que prepararemos es la masa para rebozar las gambas... lo que en Murcia se suele llamar, sencillamente ‘rebocina’. Pues bien, para hacer la rebocina colocamos la harina en un bol amplio. Si está tamizada, mejor que mejor. Tamizar no es más que pasar la harina por un colador fino, un cedazo o un tamiz. Esto ayudará a que quede más fina y aireada.
Después, añadimos cerveza. Vamos añadiendo cerveza poco a poco y removiendo con la ayuda de unas varillas. Debe quedar al final una masa solo un poco espesa, no demasiado. Lo mejor es ir añadiendo cerveza poco a poco, removiendo, hasta lograr la textura deseada. No debemos olvidar que tenemos que bañar nuestras gambas en esta mezcla: si queda dura no podremos y si es demasiado blanda apenas las cubrirá.
Añadimos un poco de sal a la masa y removemos de nuevo.
Pelar las gambas frescas con cuidado dejando la parte de la cola. Estas cabezas y peladuras, por supuesto, no se tiran. Con ellas se puede hacer un fondo estupendo que se puede aprovechar para hacer un guiso o un arroz. Si no las vas a usar en ese momento, se pueden congelar, o bien las cabezas, o bien el fondo.
Acercamos una sartén al fuego con abundante aceite de oliva virgen. Cuando el aceite tenga temperatura, sin que llegue a humear, vamos cogiendo cada gamba por la cola, la introducimos bien en la masa, y la pasamos a la sartén. Freímos a fuego vivo.
Y así, vamos rebozando las gambas y echándolas a la sartén. Es importante no añadir demasiadas al mismo tiempo. Esto haría que baje la temperatura del aceite y la fritura no se haría bien, el rebozado absorbería demasiado aceite.
Vamos moviendo los caballitos con la ayuda de una espumadera, para que se hagan por todos los lados y, cuando estén bien doraditos, los vamos sacando a un plato aparte cubierto con papel de cocina para absorber el exceso de aceite. Y así hasta terminar con todas las gambas.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.