El chef Ignacio Echapresto es el embajador de 'Sabores de mi Tierra' en La Rioja

Daroca de Rioja es una aldea con tan solo 28 vecinos, pero con una peculiaridad muy especial, ser el término municipal más pequeño que puede presumir de tener restaurante con estrella Michelin del país, la Venta Moncalvillo en la que Ignacio Echapresto oficia en los fogones y su hermano Carlos, el sumiller, cuida con mimo las 1.600 referencias de vinos que descansan en la bodega.

Fue Rosi García, la madre de los hermanos tristemente fallecida en 2016 la que en 1997 abrió donde hoy está el laureado restaurante de sus hijos un bar de carretera en el que excursionistas, ciclistas y seteros almorzaban sus cazuelitas. para dar de almorzar cazuelitas a ciclistas.

"Mi madre fue la primera y la más importante cocinera de Venta Moncalvillo", no se cansa de declarar Ignacio Echapresto, un autodidacta de los fogones que ha llegado a convertirse en Premio Nacional de Gastronomía  y que de joven pensaba que su futuro era ser herrero, aunque también su hermano Carlos era técnico en telecomunicaciones y ahora prestigioso sumiller.

Ignacio Echapresto es por encima de todo un acérrimo defensor del producto de temporada y de la cocina tradicional, la de pueblo de toda la vida. De esa cocina indisolublemente unida a elaboraciones pegadas al terruño, austera en sus inmaculados ingredientes, dependiente siempre de las estaciones y que rezuma sabores imprescindibles por los cuatro costados.

Ignacio está preparando un libro que promete ser definitivo sobre los vinos riojanos, pero eso no implica que olvide el compromiso familiar con el producto y también cuide junto a Carlos de su bodega de hidromieles (mieles fermentadas en agua) mientras su hijo Ismael trabaja con las colmenas de abejas como hacía su bisabuelo en el mismo entorno, en el mismo lugar, muy cerca de la huerta de Venta Moncalvillo de donde salen las verduras y hortalizas que acaban en el plato de los comensales.

La propuesta gastronómica de Ignacio Moncalvillo es sencilla, sabrosa, sorprendente y vinculada a los ciclos de la Luna creciente y la nueva, "en menguante tienen más sentido los platos de raíces mientras que los platos de hoja son más de Luna creciente" explica, pero siempre elaborada con irrenunciable y extrema fidelidad a la despensa riojana y siempre manifestando su absoluta devoción por los hongos y las hierbas silvestres sin olvidar nunca la caza.

Mientras muchos restaurantes se pierden hoy en pulpos destrozados a la parrilla, presentar San Jacobos de toda la vida como si fueran reinventados cordon bleu o cometer tremendos desaguisados en nombre del vinagre de Módena, Moncalvillo rescata en su carta aquella cocina eterna y presenta espectaculares menestras, cortes de buey curados durante cinco meses, raviolis de carrillera y rabo, lengua ahumada con queso y trigueros...

No en vano, el riojano Venta Moncalvillo ha sido elegido como el tercer restaurante favorito de los españoles en el año 2021, según el ranking elaborado por la plataforma de reservas TheFork a través de las opiniones de los comensales.