La redacción de 65YMÁS elige a las 65 personas mayores de 65 años más influyentes de España en 2024. Un total de 65 sénior, verdaderos influencers que no se limitan a un éxito pasajero en redes sociales, sino cuyo ámbito de influencia ha traspasado y sigue traspasando fronteras físicas y generacionales. Y es que para alcanzar el éxito hace falta tiempo, perseverancia y continuo crecimiento, valores todos ellos que vienen de la mano de la experiencia con la que cuentan de sobra los representantes de nuestra lista de mayores de 65 años más influyentes.
“Hemos recorrido un camino excitante y estimulante, un viaje profesional con unas maletas cargadas de compromiso, trabajo, honradez, creatividad, ingenio e ilusión y nos mantenemos dispuestos a caminar sin desfallecer por un desierto árido”. Así se manifiesta Carme Ruscalleda (1952), en su libro ‘Felicidad’, una vez que anunció el cierre de su restaurante gastronómico.
Ha sido la mujer con más estrellas Michelin del mundo. Ha logrado siete en total. Y la primera en conseguir en España la máxima distinción otorgada por la prestigiosa guía francesa.
Carme Ruscalleda cocina para ser feliz y para hacer felices a los comensales. Que alguien se emocione con su comida la llena de orgullo.
La cocina, por casualidad
“Aunque el hilo conductor de mi vida ha sido la cocina, he de confesar que no estaba en mis planes profesionales, pero el azar de la vida y un compañero como Toni Balam, incombustible y socio perfecto, han convertido mi vida en un compromiso culinario y en una laboriosa entrega de trabajo inspirado y estudio, que han tenido como premio una agradable sensación de libertad y felicidad”, explica la chef.
En efecto, entró en el mundo de la cocina por casualidad y llegó a lo más alto sin formación específica y sin haber hecho estancias en ningún otro restaurante donde empaparse de nuevas técnicas o de cómo funciona la alta cocina.
Su familia tenía una charcutería en la localidad costera de Sant Pol de Mar. Por eso siempre dice que “el cerdo me cambió el carácter, me convirtió en quien soy”. Y allí trabajó, junto a su marido, hasta que, juntos, decidieron lanzarse y cruzar la calle... literal. Se vendía el edificio de enfrente, que había sido hostal. Y decidieron convertirlo en su restaurante. San Pau abría en 1988 con Carme Ruscalleda al frente de la cocina y Toni Balam en la sala. La primera estrella llegó a los dos años y medio. En 1996 la segunda, y en 2005, la tercera. Su aventura más loca fue abrir una réplica exacta de su restaurante en la capital de Japón, Tokio. Por último llegaría la oferta de abrir el restaurante Moments, en el Mandarin Oriental Barcelona, que ahora lleva su hijo, Raül.
Llegar a lo más alto
Pese a esa falta de formación específica y experiencia previa, Ruscalleda ha llegado a lo más alto. Un referente para las mujeres en todo el mundo, considerada la gran dama de la gastronomía mundial. Nunca antes ninguna mujer había conseguido siete estrellas Michelin: tres por el Restaurante Sant Pau de Sant Pol de Mar, dos por el Sant Pau de Tokio, en Japón, y otras dos en Moments, en Barcelona. Además de muchas otros galardones y reconocimientos, como el Premio Nacional de Gastronomía en 1988. Y rechazó uno, el de mejor chef (mujer) del mundo otorgado por la organización de la lista de los 50 mejores restaurantes, porque no quería un premio con género. Nunca se ha arrepentido por ello.
Carme Ruscalleda es autodidacta, observadora, inquieta, tenaz e incansable. Su cocina es vanguardista y delicada, pero siempre sobre la base del respeto al producto y su estacionalidad, así como a la cocina tradicional mediterránea. “Ruscalleda es ya un estilo gastronómico”, dice de Carme su propio hijo, Raül Balam.
Japón
Cuando, en una ocasión, un cliente japonés entró por la puerta del restaurante para comer, nadie imaginaba que aquel menú les cambiaría la vida. Al final de la comida, Yuji Shimoyama, un empresario japonés estaba proponiendo a Carme y Toni montar el restaurante en Tokio. Dijeron que no. Pero el nipón volvió en más ocasiones, y siempre rechazaron la oferta. En la última visita, simplemente les invitó a viajar a Japón. Accedieron, conocieron Japón, se enamoraron… y en poco tiempo abría el Sant Pau de Tokio, una réplica exacta del restaurante de San Pol de Mar.
A Carme le fascinó tanto Japón, su cultura, su gastronomía, su tradición culinaria, el respecto a los ingredientes, que no solo abrió restaurante en Tokio, sino que que toda su cocina quedó inflluida. Asegura que en muchas ocasiones, su propia familia le dice que ella siempre ha sido japonesa, pero sin saberlo. Después de 19 años de servicio, en 2023 el establecimiento cerró sus puertas, como unos años antes (2018) lo había hecho su casa madre.
Echar el cierre
Después de 30 años dando felicidad, en 2018, cuando estaba en lo más alto, decidió parar y cerrar su restaurante gastronómico de forma definitiva. "No quiero morir con las botas puestas, pero tampoco quiero cortar el cordón umbilical que me une a la cocina y la gastronomía". Así explicaba Ruscalleda el cierre de su restaurante en su libro ‘Felicidad’. Reconoce que reflexionó mucho esta decisión, y contó con la complicidad de su marido, Toni Balám, con quien forma un tándem inquebrantable. Asegura que meditó mucho acerca el paso del tiempo y decidió que “no quería morir con las botas puestas ni acabar quemada físicamente”.
En ese momento tenía 66 años y todo el mundo dio por hecho que se jubilaba. Nada más lejos de la realidad. Sigue apoyando a su hijo Raul Balam al frente de Moments, ha sido investida doctora honoris causa por la Universitat de Barcelona, ha escrito otro libro, da charlas, conferencias, asesoramiento a empresas. "La cocina continua conduciendo nuestra vida, aunque con menos presión", concluye.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.