Paula Buedo
Sabores de mi tierra
Harvard recomienda tomar este plato típico de las abuelas manchegas
La ciencia vuelve a elogiar la cocina mediterránea como una de las mejores
En el sur de Europa custodiamos un gran tesoro que se echa en falta en muchas otras partes del mundo. Se trata de una alimentación que es casi una receta de la longevidad por sus grandes propiedades para la salud. Para nuestro país, junto a Portugal, Italia y Grecia, esta dieta mediterránea es algo normal, pero más allá de nuestras fronteras sorprende a comensales y científicos.
Los expertos en nutrición y salud llevan mucho tiempo elogiando esta forma tradicional de alimentación de los países bañados por el Mediterráneo. Así, demuestran la importancia de pelear por mantener esta dieta frente al avance de los ultraprocesados y comida basura. Ahora, la Universidad de Harvard (Estados Unidos), ha vuelto a poner el foco sobre ella.
Investigadores de esta institución, encabezados por Marta Guasch-Ferre, del departamento de nutrición, han publicado un estudio sobre el beneficio de consumir aceite de oliva en lugar de otras grasas vegetales de menor calidad. Este análisis resalta que esto reduciría la mortalidad prematura.
Las cifras concretas observadas apuntan a que, a igualdad de otras características y circunstancias, las personas que consumen más aceite de oliva reducen relativamente un 19% la mortalidad cardiovascular, un 17% por cáncer, un 18% la respiratoria y hasta un 29% la relacionada con enfermedades neurodegenerativas. Por tanto, recomiendan sustituir otras grasas, como la mantequilla o margarina, por este oro líquido.
Para cumplir con esta recomendación de Harvard, hay un plato clásico de la cocina manchega que se ajusta perfectamente a los requisitos de una dieta saludable. Se trata del pisto, un imprescindible en el menú español que es tan delicioso como sencillo y, además, contribuye a hacer más saludable nuestra dieta.
Los beneficios del pisto
Un sofrito con muchas hortalizas, aceite de oliva y una pizca de sal. Esta es la base para construir uno de los mejores platos y así lo ha demostrado un estudio del CIBEROBN. Una vez más, la ciencia ha puesto de manifiesto los beneficios de cocinar las verduras con aceite de oliva, pues se favorece la absorción de los compuestos bioactivos de ingredientes como la cebolla, el tomate o el ajo.
A esta base se le añaden verduras al gusto del consumidor, aunque lo más habitual es calabacín, pimiento verde, pimiento rojo y especias como la pimienta negra o el comino. Así, queda un plato vegetal lleno de nutrientes esenciales para el organismo.
No obstante, si queremos potenciar nutricionalmente este plato, podemos complementarlo con otros alimentos, como las legumbres. Así, se convierte en una bomba de fibra importantísima para una buena digestión y para regular los niveles de glucosa en sangre.
Por otro lado, podemos añadir un aporte proteico, aunque se aconseja evitar las carnes rojas y procesadas. Por el contrario, lo más habitual es añadir un huevo, que puede ser frito o a la plancha, pero también resultaría delicioso al mezclarlo con pescado, pollo o alguna proteína vegana como la soja texturizada, el tofu o el seitán.