Nos encanta el carpaccio de ternera, con parmesano y rúcula, y el carpaccio de salmón con aguacate… también el de langostinos, con una rica vinagreta. Pero el mundo de los carpaccios es amplísimo y el verano es el mejor momento para experimentar sin miedo a tomar alimentos crudos tan sensibles como la carne y el pescado.
Las frutas y las verduras nos ofrecen enormes posibilidades a la hora de preparar un carpaccio fácil, rápido, original y riquísimo. Tan solo hemos de dejar a un lado los prejuicios. Muchas verduras se pueden consumir en crudo y están buenísimas… sin contar con que preservan mucho más sus propiedades nutricionales. Tan solo hemos de tener en cuenta algunos consejos, como dejar unos minutos ablandar en limón o en otros casos, sencillamente laminar finísimo con una mandondina, para que su textura resulte agradable.
El secreto de un buen carpaccio, sea del tipo que sea, está en el corte. Ha de ser preciso y finito, muy finito. Para ello es casi imprescindible una mandolina. Y aunque en el mercado hay mandolinas profesionales carísimas, hay multitud de opciones muy asequibles. Es una de esas herramientas a las que sacarás mucho partido en la cocina para infinidad de cosas, como por ejemplo partir las patatas para una tortilla.
Toma nota de estas tres opciones de carpaccios con diferentes verduras y vegetales… y de postre, ¿qué tal un carpaccio de piña con daditos de mango o un carpaccio de melocotón con helado de vainilla?
Carpaccio de champiñones con parmesano
A muchas personas les sorprende que los champiñones se puedan comer crudos. Los champiñones y otras setas, se pueden comer crudos y además, ¡son muy ricos!. El secreto está en el aliño que aportará sabor, el champiñón pondrá la textura crujiente.
Ingredientes:
400 gr de champiñones bien frescos y blancos
Medio limón
Queso parmesano, 150 gr.
Sal
Pimienta negra
Cilantro, varias ramas
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
En primer debemos limpiar muy bien los champiñones, frotándolos con una esponja, un paño o con un papel de cocina un poco húmedo… pero nunca en agua. Con un cuchillo tipo puntilla retiramos la parte terrosa del pedúnculo, con cuidado para que no se separen el pedúnculo del sombrero.
Laminamos los champiñones con la ayuda de una mandolina para que queden bien finitos. También podemos hacerlo con un cuchillo bien afilado, aunque el resultado no será tan fino.
Extiende las láminas de los champiñones en la fuente o plato de presentación, de tal forma que queden muy bien extendidas, sin que apenas se superpongan unas láminas encima de las otras.
Regamos con unas gotas zumo de limón y ponemos a punto de sal y de pimienta negra recién molida al gusto.
Añadimos por encima unas lascas de queso parmesano, unas hojas de cilantro cortado toscamente y, para terminar, regamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Carpaccio de remolacha con burrata
Este carpaccio es puro sabor y aporta un juego de texturas interesantísimo. La remolacha con cuerpo resistencia a la mordida, y la burrata italiana, pura sedosidas. Una delicia que te sorprenderá… ¡pruébalo!
Ingredientes:
1 remolacha grande o 2 pequeñas ya cocida
1 burrata
Pistachos, un puñado
Sal
Pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Perejil, varias hojas
Elaboración:
Saca la remolacha de su jugo de conservación, sécala ligeramente con la ayuda de un papel de cocina absorbente.
Con la mandolina, haz láminas bien finitas a la remolacha y colócalas bien extendidas directamente en el plato o fuente en el que las vayas a servir. Ponlas bien extendidas, de forma que se superpongan unas encima de otras ligeramente.
Pon a punto de sal y pimienta negra.
Pela los pistachos tostados y rómpelos ligeramente en el mortero. No queremos polvo de pistacho, tan solo que cada uno esté ligeramente roto a la mitad o en varios trozos.
Añade por encima de la remolacha los pistachos troceados y coloca en el centro del plato, encima de la remolacha la burrata escurrida.
Añade las hojitas de perejil (si te gusta puedes sustituirlo por cilantro) por encima.
Justo en el momento de servir, riega con un chorrito generoso de aceite de oliva virgen extra.
Carpaccio de calabacín con tomates secos, albahaca y piñones
Este carpaccio es puro sabor mediterráneo. Un plato sorprendente lleno de matices y aromas, gracias a la albahaca y el tomate seco. El calabacín lo aunará todo y los piñones ponen el toque ‘crunch’ y de distinción. El secreto de este carpaccio está en ‘cocinar’ el calabacín un rato antes gracias al ácido del zumo de limón.
Ingredientes:
Calabacín, 1 ud.
Tomates secos en aceite, 4 uds.
Albahaca fresca, varias ramitas
Piñones, un puñado
Queso parmesano rallado, 2 cucharadas
Sal
Pimienta negra
1 limón
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Lava el calabacín, retira sus extremos y, sin pelar, lamínalo con la ayuda de una mandolina. El objetivo es sacar láminas de unos tres milímetros más o menos, de forma que con un cuchillo cebollero afilado también se podrá sacar fácilmente las láminas.
Colocamos en un bol amplio el calabacín bien extendido y lo regamos con el zumo del limón bien extendido. Lo dejamos reposar así durante 40 minutos más o menos. Si el zumo no cubre bien todo el calabacín, de vez en cuando lo moveremos.
Pasado ese tiempo de macerado, escurrimos el calabacín y colocamos las láminas en el plato de presentación que vayamos a usar. Ponemos a punto de sal y pimienta negra.
Rallamos por encima el queso parmesano y colocamos los tomates secos escurridos de su aceite, partidos en dos o tres trozos cada uno. Regamos con el aceite de oliva virgen extra y terminamos con un puñado de piñones y varias hojitas de albahaca, sin los tallos. ¡A disfrutar!
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.