Paula Buedo
Sabores de mi tierra
El increíble vino que viene de tierra volcánica y cuesta menos de 15 euros
Los viñedos de Lanzarote crecen en excavaciones protegidas en la grava volcánica del Timanfaya
El vino es una de las muchas maravillas gastronómicas por las que es conocido nuestro país. Esta elegante bebida, con sus reflejos granates o dorados, es una forma fantástica de coronar una mesa.
Las bodegas españolas son famosas por su calidad, pero también por su diversidad. Cada producto tiene una particularidad que hace que su sabor se desenvuelva en el paladar de una forma, satisfaciendo todos los gustos. Después de siglos perfeccionando y cuidando las elaboraciones, los diferentes vinos de toda la geografía se han hecho un hueco entre los más cotizados o peculiares.
La tradición vinícola no es solo peninsular. Ejemplo de ello es el zumo de uva que se obtiene en Lanzarote, cuyo lugar de crecimiento lo convierte en uno de los más curiosos. Estos viñedos canarios crecen desde la tierra negra originaria de las entrañas de la tierra para convertirse en una joya gastronómica que sorprende a quienes lo conocen no solo por su sabor, sino también por su precio.
La geria, un paisaje inimitable
La isla de Lanzarote, al igual que todo el archipiélago canario, tiene un origen volcánico que explica su peculiar paisaje. Esto no se debe únicamente a la formación de túneles volcánicos, que ofrecen estampas tan impresionantes como los conocidos jameos del agua.
Al recorrer la isla, también nos encontraremos con un paisaje de tierra oscura con curiosos hoyos cónicos protegidos por pequeños muros de piedra en forma de media luna para proteger contra el viento. En ellos, entre la grava volcánica expulsada antaño por el Timanfaya, crece el verde de las vides, creando lo que se conoce como la geria.
Las bodegas que trabajan la geria han conseguido un gran reconocimiento internacional, no solo por lo particular del paisaje que crean, con grandes extensiones de semiesferas pétreas y la combinación del negro y el verde, sino también por el vino que producen gracias a los beneficios de esta técnica.
El carácter seco del terreno hace que la vid necesite guardar la humedad para poder crecer. Por eso, los hoyos son ideales: la planta se agarra a la tierra fértil y se eleva manteniendo la humedad de la grava volcánica que la rodea.
Esta técnica cuenta con varios siglos de historia, pues ya en el XIX la familia Rijo fundó la Bodega La Geria, una de las más famosas en la actualidad que cuenta con el sello de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote. Además, ofrece una vista inigualable del Parque Nacional de Timanfaya, por lo que es una de las opciones preferidas por los turistas.
De esta bodega también puede sorprender el precio de la botella. Pese a lo peculiar del crecimiento y producción de este vino, las botellas rondan los 15 euros. Así, el Malvasía Volcánica Blanco cuesta 14 euros; el Malvasía Volcánica Blanco Semidulce, 15 euros; La Geria Tinto Joven baja hasta los 11 euros; o La Geria Rosado, que queda en unos 12 euros.