Maca de Castro embajadora de 'Sabores de mi Tierra' en Baleares

Macarena, 'Maca', de Castro nació en Alcúdia, al norte de la isla de Mallorca, el año 1981 y ha sido galardonada con una Estrella Michelin, una estrella Michelin Verde y tres Soles en la Guía Repsol.

Cuando fue a la universidad comenzó a estudiar Bellas Artes, pero lo abandonó para dedicarse a su verdadera pasión, la cocina. Ella asegura que se decidió a entrar en el mundo de la cocina después de asistir a una ponencia de la gran Carme Ruscalleda.

Se formó primero en la Escuela de Hostelería de las Islas Baleares y posteriormente en varias estancias con chefs de renombre como Hilario Arbelaitz, Andoni Luis Aduriz, Juan Mari Arzak, Ferrán Adrià, Jean Coussau o Wylie Dufresne.​

De Castro es la chef responsable de la estrella Michelin que luce orgulloso su restaurante en el Port d'Alcúdia rebautizado en 2018 como Maca de Castro aunque cuando la recibió en el año 2012 aún se llamaba El Jardín, donde elabora, explica, "cocina mallorquina libre y contemporánea".

Posteriormente, en 2019 fue galardonada con los tres Soles, la máxima distinción que concede la prestigiosa Guía Repsol.

En su 'departamento de investigación, desarrollo y tradición' Macarena busca catalogar la inmensa riqueza culinaria de su tierra "a través de su literatura, su mar, sus agricultores, sus mercados, su historia y sus raíces gastronómicas". 

Estudiar, comparar e investigar el recetario tradicional mallorquín ha dado lugar al estilo propio de su restaurante, a esa cocina mallorquina libre inspirada por la tradición pero que da un nuevo enfoque a la despensa de un territorio único.

Macarena sostiene que "no hay que buscar mucho o irse fuera para encontrar productos de calidad. Tenemos la suerte de que en Baleares hay acceso a productos muy frescos, por lo que solo hay que pulirlos cuidando especialmente no cambiar su potencia de sabor".

En consecuencia, la cocina del Maca de Castro ofrece un menú degustación creativo, de tinte mediterráneo, adecuado a los mejores productos de temporada aportados por la despensa mallorquina. De hecho, la gran mayoría proceden de las lonjas cercanas, de los pequeños productores de la isla o del huerto que ella misma posee en Sa Pobla.

Embajadora de la gastronomía de Mallorca, Macarena de Castro abrió antes de tener su estrella Michelin un restaurante en Uruguay, en la localidad de Punta del Este, porque, asegura, siempre quiso trabajar fuera de España, donde nadie la conociera y así nació el restaurante Jardín By Sarava que resultó ser un rotundo éxito durante cinco años.

Después de eso le ofrecieron abrir un nuevo restaurante, en esta ocasión en la localidad alemana de Düsseldorf y surgió su 20° Restobar lo que la obligaba a viajar hasta allí todos los lunes y martes. Esta circunstancia sumada a que seguí atendiendo el Maca de Castro y planeaba abrir en Palma el que hoy es Andana la llevó a contemplar la necesidad de cerrar en Uruguay. Para la chef fue una decisión muy dura y para reponerse de ella decidió viajar durante meses absolutamente sola por Bali, Hong Kong y Singapur.

El Andana, por ahora su último proyecto, está situado en la antigua estación de tren de Palma de Mallorca, hoy Conjunto Histórico. De allí partía en 1875 el tren que enlazaba la capital mallorquina con Inca a la asombrosa velocidad de 60 kilómetros por hora.

El orgulloso edificio, que desafía al tiempo y la historia desde el mismo centro de Palma, en la Plaza España, junto al exquisito y sinuoso casco viejo de la ciudad, se construyó a finales del siglo XIX en un delicioso estilo clasicista, movimiento estético muy de moda en aquel momento. Su amplitud, su luz y la armonía de las formas le confieren una estética relajante, fluida y, sobre todo, ensoñadora.

La estación, que tiene el privilegio de ser el km 0 geográfico de Mallorca desde el XIX, se proyecta ahora al XXI con un nuevo km 0, esta vez gastronómico: el del restaurante Andana, de Maca de Castro, la cocinera que, con su huerto sostenible, ha hecho de los productos insulares creatividad, vanguardia y fama internacional. De ahí que a la chef le guste decir que este restaurante está a caballo entre el kilómetro 0 geográfico y el kilómetro 0 gastronómico.