Sabores de mi tierra

Rafael Antonín, 'Rafuel': "Lo mejor en la cocina son patatas fritas, huevo frito y un poco de jamón"

Antonio Castillejo

Viernes 8 de abril de 2022

7 minutos

A sus 65 años el chef es uno de los diez influencers gastronómicos más importantes de España

Rafael Antonín, 'Rafuel': "Lo mejor en la cocina son patatas fritas, huevo frito y un poco de jamón"
Antonio Castillejo

Viernes 8 de abril de 2022

7 minutos

El chef Rafael Antonin 'Rafuel' es un offsider, un maravilloso verso suelto del mundo de Instagram y de la gastronomía. Todo el mundo le conoce como Rafuel55 o el Chef Rafa. Tiene 65 años y, con más de medio millón de seguidores en la red social es uno de los diez influencers gastronómicos más importantes de España.

El nombre de su cuenta en Instagram viene de Rafa, como se llama, fuel, ya que se ha dedicado laboralmente a la venta de fuel en Cepsa y su año de nacimiento, 1955. Y así, a golpe de hashtag, de reels y de likes, Rafuel55 ha demostrado que las redes sociales no tienen edad, y ha quitado un poco de tontería a esto de los influecers gastronómicos. Porque las etiquetas que más usa, no son ni #healthy ni #fit, sino #iberico o #tortilla. Además, 'Rafuel es miembro del Comité Gastronómico de 'Sabores de mi Tierra'.

Rafuel55, Rafael Antonín: “He demostrado que los influencer no tienen edad”

PREGUNTA: Gracias por formar parte del proyecto 'Sabores de mi tierra', ¿qué te gustaría aportar a esta sección? 

RESPUESTA: El gusto por comer y comer bien e intentar ayudar a que el chocolate sea chocolate y no la comida de los caballos, las algarrobas, porque si hemos podido pasar tantos años sin comerlas, para lo que nos queda ya no nos hace falta. Hay muchos idiotas a los que el día que suban al cielo y se den cuenta de que no han probado el jamón les dirán allí arriba: mira que sois tontos. Yo a estos siempre les digo que coman un poco de jamón y que al día siguiente se confiesen y vuelvan a ser veganos (risas).

P.: Pocos campos en la vida hay donde ser senior sea tan importante y aporte más que en la cocina, todos recordamos a nuestras abuelas y a nuestras madres cocinando, ¿estás de acuerdo?

R.: Así es, yo con mis platos me traslado a mi infancia siempre que puedo. Cuando estás haciendo recetas de toda la vida recuerdas cómo las hacía tu madre. Los sabores y el paladar te guían porque ellas no han dejado nada escrito pero sí nos lo han enseñado, nos han enseñado sabores. ¿Quién no se traslada a la infancia cuando un domingo antes de comer entra a una pastelería para comprarse un pastel?, eso es algo que te recuerda a tus abuelos, a tus padres, a tus correrías de chico... Si no pudiéramos tener estos pequeños momentos estaríamos haciendo una tontería muy grande porque ya bastantes tropezones tenemos en la vida como para no intentar buscar tener esos momentos que nos hacen felices. Es como el recuerdo de aquellas tortillas, de hecho, el olor de la tortilla de patata con la cebolla es la única forma que hay para que te entren en la ccna a decir buenas tardes (risas).

P.: Sostiene el presidente del Comité Gastronómico de 'Sabores de mi Tierra', Carlos Herrera, que la cultura gastronómica forma parte de nuestra historia, ¿tú también lo crees así?

R.: Por supuesto. Además yo a Carlos no le llevo la contraria ni en broma. Siempre digo que a las seis de la mañana, si no has tomado aún café pongas a Carlos porque él ya está como una moto (risas).

P.: En Sabores de mi tierra recorremos nuestra cocina Comunidad por Comunidad ¿Tenemos una sola cocina con 17 peculiaridades o 17 cocinas con un denominador común?

R.: Tenemos un denominador común porque al final todos nos apuntamos a lo bueno, pero es lógico que en Castilla se coma de una manera y en Andalucía de otra, es cuestión del mercado. Estamos hablando de mercado sí, pero yo creo que el mercado es único porque es el del Mediterráneo. Los italianos no comen de forma muy diferente a nosotros y en el sur de Francia intentan imitarnos en lo que pueden pero no lo consiguen porque al no tener aceite hacen una cocina muy diferenciada. Nosotros tenemos el aceite de oliva que hace que tengamos la, para mí con diferencia, mejor cocina del mundo, la mediterránea, de hecho, si vas a Grecia a comer también disfrutas como un enano.

P.: ¿Podemos decir entonces que a ese denominador común hay que sumarle el producto propio de cada territorio?

R.: Exacto, tenemos lo que nos da la tierra. Yo he viajado mucho por Castilla con mis hijas y allí se come de maravilla, estupendamente, pero no tiene ningún sentido que yo vaya a Ávila a comerme un lenguado, yo tengo que ir a comer a Ávila lo que tienen en su tierra igual que cuando subes a Cantabria te pones como el Quico de pescado porque es sensacional y si vas a Huelva te comes una gamba... si puedes porque están a unos precios... (risas).

P.: Tu has dicho que el mejor restaurante del mundo está en la casa de cada uno, pero habrá que saber manejar el producto y la temporada...

R.: Así es, yo a la gente joven siempre le digo lo mismo: si vosotros algún día veis a los grandes chefs, un Pedro Subijana, un Ferra Adrià, un Juan Mari Arzak... al que sea de todos los que tenemos, y no es necesario que sea con estrella Michelin porque hay alguna estrella por ahí que no sabe ni coger el cubierto (risas), nunca veréis a estos señores en un supermercado, los veréis en los grandes mercados y por la mañana temprano para encontrar producto y que sea el mejor. Las grandes superficies están para comprar los artículos de limpieza, la lavadora y lo que quieras, pero la comida siempre en los mercados de proximidad porque si no nos lo cargaremos todo y terminaremos comprando lechugas de China.

P.: Sueles decir que el producto es la cocina...

R.: Así es, además el producto bueno hay que cocinarlo menos, no tienes que enmascararlo, lo que tienes que hacer es no cargartelo

P.: ¿El secreto de un buen chef es no cargarse el buen producto?

R.: Evidentemente. Yo he estado en La Rioja en un pueblecito, Daroca, de 40 o 50 habitantes, donde está Venta Moncalvillo que tiene una estrella Michelin y si le pides un tomate ves que se van al huerto y te lo traen y cuando hablas con los hermanos Ignacio y Carlos Echapresto que son los dueños te explican que no tiene ningún sentido que te quieran vender almejas, tienes que aprovechar los productos de tu tierra. No podemos dejar que se pierda la riqueza gastronómica que tiene España y en los últimos 30 años hemos dado preferencia a visitar París o Londres, que son preciosas, pero no podemos visitarlas sin conocer antes lo nuestro, tanto nuestra piedras viejas, nuestra historia, como nuestra gastronomía. 

P.: Has declarado que el primer tomate que te dió tu padre es el centro de toda tu cocina…

R.: Y es así. La cabeza ordena las cosas según la primera vez que las comes, unas las almacena en la derecha y otras en la izquierda y cuanto más se parecen a aquella primera vez más nos llevan a casa, a nuestra infancia.

P.: Tus platos más buscados en las redes son la tortilla de croissants, el arroz meloso con bogavante y la pasta con gambas y flameado de brandy, ¿podríamos decir que esa es la santísima trinidad de tu cocina?

R.: No, para mí la santísima trinidad es lo más sencillo, lo mejor de la cocina son patatas fritas, huevo frito y un poquito de jamón y lo segundo sería lo mismo pero con gambas (risas). Yo creo que la tortilla de croissants es una tortilla que como innovación es buena si el croissant es bueno, de mantequilla, pero el mejor plato es el más rápido y que disfrutas de principio a fin, porque unos huevos fritos con patatas fritas y jamón no sabes si comértelos para desayunar, para comer o para cenar.

Rafuel55, Rafael Antonín: “He demostrado que los influencer no tienen edad”

P.: Tu libro ‘Rafuel, mis mejores recetas’, editado por Planeta, está siendo todo un éxito editorial, ¿habrá una segunda parte?

R.: Por supuesto, ¿cuando?, pues no lo sé, el recorrido de un libro son dos años. Yo por mi parte ya tengo preparadas las recetas y mi idea es hacer un libro un poquito más para los que han comprado el primero, un libro en el que hablaremos de sofitos, fondos y arroces porque si no sabes hacer un buen sofrito nunca harás un buen arroz y si no sabes hacer un buen fondo tampoco harás un buen arroz. Si en los últimos 15 minutos, cuando se añade el arroz, no vienes ya con un notable alto no tendrás un buen arroz. Y quiero que el libro esté explicado de forma que lo entienda todo el mundo. Las personas que hablan con palabras técnicas para que se crean que son más listos que los demás, en realidad son idiotas perdidos. Hay que comunicar de una manera sencilla para que te entienda todo el mundo. 

Sobre el autor:

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo

Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.

… saber más sobre el autor