El sencillo truco para evitar que las patatas se estropeen

Comprar patatas y que con el paso del tiempo vayan apareciendo brotes es algo común, especialmente si no las guardamos en un lugar oscuro, fresco y seco.

Lo ideal para evitar que esto ocurra es conservar las patatas adecuadamente, pero además, podemos guardarlas junto a una manzana. Esta fruta produce etileno, lo que permite ralentizar la maduración de las patatas y, por lo tanto, retrasar la aparición de brotes.

Ahora que sabemos lo que tenemos que hacer para prolongar el buen estado de las patata, no está de más responder si es perjudicial para nuestra salud consumir patatas con brotes. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica que comer patatas con brotes puede representar un riesgo para la salud. Cuando comienzan a brotar o presentan manchas verdes, aumentan los niveles de glicoalcaloides, sustancias naturales como la solanina y la chaconina, que en grandes cantidades pueden resultar tóxicas. De acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), una ingesta diaria de 1 mg por kilo de peso corporal puede provocar síntomas como náuseas, vómitos o diarrea, por lo que se recomienda precaución.

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En adultos, el riesgo es bajo, ya que sería necesario consumir una cantidad considerable para que los efectos sean relevantes. No ocurre lo mismo con bebés y niños pequeños, cuyo menor peso corporal hace que puedan alcanzar niveles tóxicos con menos cantidad de patata.

Para minimizar el riesgo, los expertos sugieren seguir estas recomendaciones:

• No consumir patatas con brotes o manchas verdes.
• Guardarlas en un lugar oscuro, ya que la luz estimula la formación de solanina.
• Pelarlas antes de comerlas, ya que la piel y las zonas verdes pueden contener hasta 10 veces más glicoalcaloides que el interior.
• Retirar completamente los brotes o, si la patata está muy germinada, desecharla.