Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
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Lunes 8 de noviembre de 2021
ACTUALIZADO : Martes 18 de enero de 2022 a las 17:37 H
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Los embutidos y curados como el lomo, el chorizo, el salchichón y el jamón son productos habituales en los hogares, pues sirven tanto para el bocadillo como para un picoteo o una cena. Además, es ideal para salir al paso ante un imprevisto.
Si bien se pueden comprar en piezas enteras, cuando no les damos mucha salida la mejor opción es comprarlos loncheados y, más aún, si queremos mantener todas sus propiedades organolépticas (aroma, sabor, textura…), lo mejor es envasarlos al vacío.
Los sobres de los embutidos y curados loncheados envasados al vacío se pueden guardar fuera de la nevera en un lugar fresco y seco. Si no disponemos de ese lugar, podemos guardarlos en la nevera. En tal caso, a la hora de consumirlos, será necesario sacarlos del frigorífico media hora antes, ya que la baja temperatura habrá solidificado la grasa y no podremos desprender las lonchas con facilidad y sin que se rompan.
Si no hemos sido previsores y no hemos sacado el paquete de la nevera con antelación, aun hay un truco más para que los embutidos luzcan en el plato bien loncheados y sin romperse.
Una de las maneras más sencillas de despegar las lonchas de embutido es con agua tibia. La manera de hacerlo es sumergiendo el sobre de embutido sellado al vacío (es importante que no lo hayamos abierto aun) en una fuente con agua tibia. No se trata de hervirlo ni de ponerlo con agua caliente, solo agua tibia de manera que el contraste de temperatura de la nevera con la del agua suavice la textura de la grasa del embutido y nos permita desprender las lonchas. Bastarán unos 30 segundo para que el sobre de embutido pierda la rigidez, señal de que el calor habrá llegado al interior del sobre. Será el momento de retirarlo del agua.
Puedes utilizar este truco con diferentes embutidos: fiambres cortados finos, salchichón, chorizo, lomo, jamón... y, en este caso, si el jamón es ibérico de bellota es aún más recomendable desprender así las lonchas, primero para que no se rompan y queden vistosas sobre el plato y, segundo, porque la mejor manera apreciar todo el sabor y aroma de esta joya de la gastronomía española es cuando está a temperatura.
Finalmente, cuando lo hayas sacado de la nevera y dispuesto en un plato, deja pasar unos diez minutos antes de empezar a degustarlo. De esta manera perderán ese contacto con el plástico y se airearán, lo que hará que la experiencia a la hora de comerlo sea aún más grata.