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Sabores de mi tierra
Sigue adelante la candidatura del Olivar de Andalucía para Patrimonio Mundial de los Paisajes
Será una herramienta que pondrá en valor el olivar andaluz, especialmente el tradicional
En el mes de abril 2021, el Paisaje del Olivar Andaluz fue elegido como candidato para convertirse en Patrimonio Muncial de la Unesco e inició un recorrido para su inclusión definitiva en Asamblea General, que se celebrará en el verano del año 2023.
Y la candidatura sigue adelante una vez que han quedado resueltas las dudas planteadas al respecto por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y las Cooperativas Agro-alimentarias.
Para resolver estas alegaciones, la Diputación de Jaén, que es la administración impulsora del expediente, ha consultado con los gobiernos estatal y autonómico y las respuestas recibidas han sido "satisfactorias", según ha subrayado el presidente de la Administración provincial, Francisco Reyes.
Finalmente se ha solventado la no obligatoriedad de la inscripción en el Catálogo del Patrimonio Histórico de Andalucía y por tanto, "la candidatura sigue adelante. Es una buena noticia que el expediente continúe, ya que las dudas que surgieron en la última reunión que celebramos se han aclarado gracias a la respuesta tanto del Gobierno de España como de la Junta de Andalucía en relación a la obligatoriedad de inscripción en el catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz", ha destacado Reyes.
Solventadas estas objeciones, el presidente de la Diputación jienense ha querido "agradecer" a todos los integrantes de la comisión encargada de gestionar el expediente y que está formada por las diputaciones de Jaén, Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga, la Junta de Andalucía, las universidades andaluzas, las organizaciones agrarias y fundaciones como Savia o Juan Ramón Guillén y también al Gobierno de España, "la predisposición y colaboración para que este expediente haya recorrido este camino a lo largo de años".
Por su parte, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), su secretario general, Cristóbal Cano, ha declarado que UPA Jaén ha estado desde el principio con la declaración y "siempre teniendo presente que no existían trabas al uso agrícola". Ha señalado que la declaración es "una herramienta que pondrá en valor el olivar de Andalucía, especialmente el olivar tradicional" porque "desde su inicio, ha quedado claro que no se producía menoscabo alguno al uso agrícola de las explotaciones de olivar, que nunca ha estado en duda ni en discusión". Además, permitirá abrir nuevos escenarios para que ese olivar se pueda acoger a incentivos, como las ayudas adicionales para territorios delimitados y con normas internacionales de protección tal y como se recoge en el Plan Estratégico Nacional de la PAC en España.
En reuniones previas con el equipo técnico de la candidatura se han analizado todas las distintas figuras de protección que existen sobre la superficie a evaluar, como los planes generales urbanísticos de los ayuntamientos, el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, las Zonas ZEPA o la Red Natura 2000, determinándose que ya implican la limitación de ciertas acciones, limitaciones que seguirían existiendo tanto con la declaración como Patrimonio de la Humanidad como sin ella.
Por la parte de las organizaciones que habían planteado dudas, el secretario general de COAG Jaén, Juan Luis Ávila, ha dicho estar "muy satisfecho" de que se haya recogido que no es necesario estar en el Catálogo del Patrimonio Histórico de Andalucía porque se trata de aspectos "adicionales que crean un problema".
"Se abre un escenario donde la candidatura sale reforzada, pero tampoco esto es una obligación para nadie y si en alguna de las zonas afectadas, de una forma amplia, los agricultores no están de acuerdo, lo lógico es que lo trasladen y como tenemos una superficie importante en Andalucía susceptible de catalogación, buscar una alternativa a esas superficies en las que, aún con los cambios introducidos, no se tenga claro el formar parte de este proyecto", ha concluido Ávila.
Asaja Córdoba se desmarca
No obstane, a pesar de todo lo anterior, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha pedido "que la superficie de olivar de la provincia de Córdoba no se incluya en la candidatura a Patrimonio Mundial, porque la experiencia en base a otras situaciones similares indica que, al final, se acabará penalizando al agricultor", aunque finalmente se haya acordado que no es necesaria la inscripción en el Catálogo Histórico de Andalucía.
Según ha informado Asaja, "el documento actual, en el caso de Córdoba", implica que serán "80.000 hectáreas las que estarían protegidas", con lo que la provincia sería la "más afectada de la región andaluza, siendo la zona de Montoro y su entorno la que más hectáreas abarca. También estarían dentro de este expediente olivares de Almedinilla, Adamuz, Fuente-Tójar, Luque, Baena, Doña Mencía, Zuheros, Cabra, Lucena, Carcabuey y Priego de Córdoba".
Asaja Córdoba ha afirmado que, "en esta ocasión, le ha tocado al olivar, pero llevamos años viendo lo que ocurre en los parques naturales, en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y en otras zonas con diversas figuras de protección".
"En todos estos lugares -ha añadido-, las limitaciones actuales de las normativas que los regulan van contra la actividad económica y contra su propia conservación. Por ello no las quieren los habitantes de esas zonas, ni nadie que conozca la verdadera realidad de lo que allí ocurre".
Para la organización agraria, "es preocupante que las diferentes administraciones insistan en crear cada vez más figuras de protección, lo cual es un grave error, no solo para el desarrollo económico, sino para la propia conservación del medio ambiente, por el abandono al que pueden conducir a muchas explotaciones".
Fernández de Mesa ha señalado que, "hoy en día, con las normativas de la PAC y las normativas sectoriales, no son necesarias más figuras de protección ni más limitaciones, pues ya están todas ellas sobradamente protegidas por las distintas leyes vigentes, siendo muy bueno su estado de conservación y presentando magníficos parámetros de biodiversidad".
Por eso, "no es razonable que el buen estado de conservación de algunos territorios, que se ha logrado a lo largo de los años gracias al buen hacer de agricultores, ganaderos, selvicultores y propietarios rurales en general, sea algo que les penalice".
Por el contrario, según ha concluido Fernández de Mesa, "lo que sí debería reconocerse es el importante papel que implica el olivar en la economía de los pueblos y todas las actividades que ello conlleva, porque son la única garantía de supervivencia del mundo rural".