La gastronomía española no tienen nada que envidiar a la de otros países, pero a veces puede ocurrir que al preparar uno de los platos de nuestro recetario, no nos salga como esperábamos. Para no tener que volver a empezar desde el principio y desperdiciar los ingredientes que hemos utilizado, existen diferentes trucos que nos ayudan a salvar nuestro plato.
Por ejemplo, si nuestro problema es el exceso de sal, existen varias opciones. Si lo que estamos preparando un hervido, basta con añadir más líquido para que el sabor desaparezca. Otra opción es ayudarse de verduras con sabor dulce como o patatas, zanahorias o cebollas.
En el caso de las patatas e incluso el pan, podemos cortarlas rodajas gruesas y meterlas en nuestro hervido hasta se cuezan un poco, y después retirarlas. Estos dos alimentos absorben la sal, y nuestro hervido estará listo para servir.
Ahora que ya sabemos como solucionar este problema, Alberto Chicote comentó que lo que hay que hacer es echar la sal desde arriba y con suficiente distancia entre la mano y el plato para que no se concentre en una zona concreta del plato.
Exceso de picante
Si en lugar de la sal, nos pasamos con el picante, en lugar de verduras, lo que necesitaremos es añadir frutas para reducir la intensidad, y al mismo tiempo conseguir un equilibrio entre el sabor dulce y salado.
La leche de coco o los productos lácteos también son otra alternativa.
Tortilla de patatas muy hecha
Uno de los platos más conocidos de nuestra gastronomía es la tortilla de patatas, y aunque aquí el debate está servido, y son muchas las opiniones sobre cómo está más rica la tortilla, lo cierto es que existe una manera de solucionar las tortillas muy hechas.
El cocinero Juan Manuel Muñoz explicó en Más Vale Tarde qué con ayuda de una pipeta o jeringuilla podemos rellenar con yema de huevo la tortilla, para que así deje de estar tan hecha como nos gusta.
Quitar el sabor amargo
Otra de las cosas que debemos saber antes de cocinar, es cómo evitar que el sabor de algunos alimento sea el predominante del plato. Este es el caso de las berenjenas y las alcachofas, que tienen un regusto amargo, que puede que a algunos les resulte excesivo. Para evitar que amarguen, tienes que seguir los siguientes pasos:
1. Parte las berenjenas en rodajas de un centímetro de grosor, aproximadamente
2. Échales sal por encima.
3. Deja reposar así las berenjenas durante media hora aproximadamente.
4. Pasado ese tiempo verás cómo las berenjenas han ‘sudado’. Límpialas con la ayuda de un paño de cocina limpio o de un papel absorbente, retirando tanto la sal como esa agua que las berenjenas han sudado.
¿Y si cocinamos demasiado un plato?
Ponernos a cocinar y pasarnos del tiempo de cocción es otro de los escenarios más comunes ante los que nos podemos encontrar. Ante esta situación, lo primero que tendremos que hacer es cambiar de olla.
Para hacerlo, lo más importante es que al realizar este cambio, evitemos, en la medida de lo posible, revolver mucho el plato para que no se mezclen los alimentos quemados con los que no.
Añadir un poco más de agua, patatas peladas u hojas de lechuga son los siguientes pasos a seguir para quitar el sabor a quemado.
La pasta
Por último, coger el punto a la pasta es una de las cosas que hay que aprender para evitar pasarnos. Pero no te preocupes, porque en caso de que nos pase, basta con saltearla un poco en la sartén, optar por preparar una sopa o gratinarla al horno.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.