
El truco de los chefs para arreglar un guiso con demasiada sal
No tendrás que volver a empezar ni tirar el caldo

La sal se utiliza para sazonar y conservar alimentos y también se encuentra presente en alguno de ellos. El mayor problema que presenta la sal es que cuando nos pasamos, se nota demasiado y nos encontramos ante el reto de arreglar el plato y no tener que empezar desde cero.
Y es que además de que el sabor no nos gustará, el exceso de sal también puede causar problemas de salud como hipertensión, enfermedades cardíacas, problemas renales y obesidad.
Si hablamos de guisos, la manera más eficaz de reducir la concentración de sal en líquido es añadir más líquido que no contenga nada de sal. Como alternativa puedes añadir nata o leche.
Ahora bien, en el único escenario en el que no funcionaría este truco es si el exceso de sal es muy elevado, ya que, aunque consigamos disminuir la concentración de sal, el resto de sabores también se diluirían.

Para estos casos, la mejor manera de solucionarlo es añadir la misma cantidad que necesitamos para hacer dicho caldo, pero sin nada de sal.
Si nos parece que la cantidad de caldo o guiso va a ser excesiva, podemos optar por sacar la mitad de caldo salado e introducir la misma cantidad del caldo sin sal.
Para no desperdiciar el caldo salado, podemos usarlo como caldo concentrado e ir añadiéndolo en pequeñas cantidades para así potenciar el sabor en otras preparaciones.
Sustituir la sal por las especias
Una alternativa para no utilizar la sal es usar hierbas aromáticas y especias que también aportan sabor a nuestros guisos y caldos. De esta manera, podemos utilizar por ejemplo, el ajo en polvo, que es rico en vitaminas, antioxidantes y minerales, también posee propiedades antiinflamatorias y diuréticas.
La vinagreta en crema, balsámico, de manzana, de vino blanco o de jerez, también se puede usar para preparar distintas vinagretas.
El limón, los aceites aromáticos, cocinar a la plancha o asar, son también otras opciones para sustituir la sal.