El tomate, sea verde, rojo o cualquiera de sus variedades, es un ingrediente que forma parte de una infinidad de recetas. Uno de los usos más populares del tomate es para preparar salsa.
Actualmente, en el mercado encontramos una gran variedad de ellas: el tomate pelado, triturado o entero; o salsas ya listas para utilizar directamente sobre alimentos cocinados como es el tomate frito o algunas que están preparadas junto con otros ingredientes, como la cebolla y aceite, para hacer un sofrito rápido, o con carne y verduras, más conocidas como salsa boloñesa o salsa napolitana, que alegran la pasta.
Si optamos por comprar el tomate frito ya hecho, en lugar de prepararlo nosotros mismos, el chef Ferran Adrià, dueño del restaurante El Bulli, ha explicado qué es lo que hace él para darle a la salsa un toque original, que cambiará el sabor por completo de nuestro plato.
En concreto, el truco de Adrià es la más indicada para añadir alos platos de pasta.Lo primero que hace el chef es añadir todo el contenido del bote en una sartén.
A continuación, el catalán lo que hace es añadir nata para cocinar, ya que así conseguiremos una sala más cremosa. Con este espesor, Adrià añade pimienta, orégano fresco y aceite de oliva.
“Hemos conseguido, con cierta imaginación y muy poco dinero, una salsa de tomate diferente”, asegura el chef en La cocina fácil de Ferran Adrià.
Cómo hacer una salsa de tomate casera
Si, por el contrario, quieres probar a hacer tu propia salsa de tomate, necesitas comprar tomates, cebolla, ajo, sal y aceite de oliva.
Hay muchas variedades de tomate en el mercado, pero sin duda el ideal para preparar una buena salsa de tomate casera es el tomate pera. Es importante que estén maduros, de esta forma aportarán más carne y agua.
Dependiendo de la textura final que queramos conseguir, podemos poner a freír los tomates enteros, cortados en trozos o podemos triturarlos previamente. Si queremos conseguir una salsa más fina, trituraremos los tomates antes de añadirlos a la cazuela. Si, por el contrario, buscamos una salsa más gruesa, podemos freírlos enteros, teniendo en cuenta que tardarán un poco más en hacerse.
Para un kilo de tomates, podemos añadir una cebolla y dos dientes de ajo, aunque, como siempre, nuestro gusto particular determinará la cantidad de cada ingrediente.
En primer lugar, trocearemos la cebolla y el ajo y lo pondremos a pochar en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva. Dejamos que este sofrito se haga a fuego suave. Mientras, vamos preparando los tomates, a los que tendremos que quitar la piel. Lo más eficiente es escaldarlos tras hacer un par de cortes en la parte de abajo, de esta forma la piel se desprenderá sin dificultad.
Después, añadiremos los tomates a la olla y lo dejaremos hacerse a fuego medio durante una hora, más o menos. Esta salsa no necesita de ningún espesante, puesto que reduce por sí misma.
La textura final de nuestra salsa de tomate dependerá también de cómo lo terminemos una vez cocinado. Podemos usar solo el pasapurés o emplear labatidora, aunque cambiará el color de la salsa. Si hemos triturado el tomate previamente y nos gusta encontrarnos los trocitos de verdura, lo podemos dejar así.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.