Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorTodos hemos tenido esa sensación incómoda cuando nuestro vientre se hincha y sentimos que podría estallar en cualquier momento. Pero, desafortunadamente para algunos, tener el estómago hinchado es algo habitual. Pero ¿qué está causando la hinchazón abdominal? Muchas veces, esta hinchazón aparece y desaparece y no es un riesgo para nuestra salud, pero si que puede ser muy incómoda en el día a día.
Es conveniente consultar con su médico de cabecera si tiene un problema persistente. En algunos casos la distensión abdominal es el síntoma de alguna enfermedad que cursa con inflamación intestinal, como la enfermedad celíaca, la intolerancia a la lactosa, úlcera gástrica o síndrome del intestino irritable, según la Fundación Española del Corzaón. Pero veamos algunas de las causas más comunes que causan hinchazón abdominal.
Un estómago hinchado puede deberse a que el cuerpo está absorbiendo y reteniendo demasiado gas. A veces, hablamos y comemos al mismo tiempo, por lo que tragamos mucho aire, o comemos con la boca abierta o demasiado rápido sin masticar bien los alimentos. O tal vez seguimos una dieta muy rica en fibra, por lo que hay más fermentación, que genera gases. Algunos alimentos también pueden agravar el problema de los gases, como el brócoli, las coles de Bruselas, los frijoles, los guisantes, las lentejas o la avena.
Así, en un estudio publicado en la revista Mundial Journal Gastroenteology, se afirma que las hormonas sexuales, sobre todo los estrógenos, pueden están implicados en el desarrollo del Síndrome de Intestino Irritable (SII). Esto estaría causado porque las señales bioquímicas hormonales pueden influir en el llamado eje microbiota-intestino-cerebro contribuyendo a alterar la motilidad y sensibilidad visceral y a activar la respuesta inmunitaria de la mucosa intestinal, tal y como indica el Instituto de la Menopausia.
Un estómago hinchado puede ser un síntoma de algunas sensibilidades alimentarias específicas, como la intolerancia a la lactosa, Otro se conoce como enfermedad celíaca, una reacción adversa al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno que hace que el intestino delgado se inflame y se vuelva incapaz de absorber nutrientes. Se recomienda que lleve un diario de lo que come y bebe antes de visitar a su médico de cabecera si sospecha que tiene una intolerancia alimentaria.
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional digestivo, que se caracteriza clínicamente por la asociación de hinchazón, dolor/molestia abdominal y alteraciones en el hábito deposicional que puede variar desde estreñimiento, diarrea o ambos. Entre el 10-20% de la población experimentan síntomas de síndrome de intestino irritable a lo largo de su vida aunque sólo un 15% de los afectados consultan a un médico por ello según la Fundación Española del Aparato Digestivo.
El estrés también tiene su efecto sobre el aparato digestivo. Cuando estamos estresados y ansiosos, a menudo recurrimos a alimentos reconfortantes poco saludables, que tardan más en digerirse. También es menos probable que estemos activos, lo que ralentiza la acción del intestino. Además, si bebemos muchas bebidas alcohólicas, como cerveza, es más probable que produzcamos gases. Además, en algunas personas, el estrés o la ansiedad también ralentiza directamente la actividad del intestino.
Investigadores del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) demostraron que la distensión abdominal puede evitarse corrigiendo la respiración y la postura, ya que está causada por una serie de movimientos musculares y no por gases. Tras un TAC abdominal, los investigadores vieron que los pacientes con distensión desencadenan una maniobra que empieza con una hinchazón del tórax y conduce a una bajada del diafragma y una protusión de la pared abdominal anterior. Al constatar que se trataba de un problema muscular, los investigadores impartieron a los pacientes entre una y tres sesiones de formación en las que les enseñaron a revertir la situación, relajando los intercostales y el diafragma, y contrayendo la pared abdominal anterior. Como resultado, los pacientes lograron eliminar la hinchazón del vientre, reduciendo la actividad de los músculos intercostales y el diafragma.
-Come más fibra. Produce gases, pero también mantiene el intestino en movimiento.
-Bebe mucho líquido, pero que no sean bebidas gaseosas o alcohólicas.
-Come despacio y no hables mientras comes, para evitar que el exceso de aire entre en su cuerpo.
-Haz ejercicio de forma regular para acelerar el proceso digestivo.
-Busca tus momentos de calma. Ya sea haciendo yoga, mindfulness, un masaje mensual, caminar o simplemente leer en el parque.
-Ve al baño cuando lo necesites para no acumular heces y gases.
-Reduce el consumo de sal. La sal causa retención de líquidos.
-Prueba con los remedios naturales. El hinojo, el jengibre o el anís contribuyen a desinflamar el vientre. También puedes probar con suplementos probióticos.
-Mastica más la comida.
-Disminuye tu ingesta de azúcar.