¿A qué edad empieza la vejez? Un estudio científico da la respuesta

Una investigación publicada en la revista Nature indica, con base en datos científicos, la edad a la que una persona es considerada mayor. El estudio, que fue realizado por investigadores de la Universidad de Standford, señala un punto específico en el que los cambios fisiológicos del cuerpo se acentúan de manera significativa. Si bien el concepto de envejecimiento puede variar según diferentes factores, esta investigación se centra en criterios biológicos.

A diferencia de lo que muchos pueden pensar, el inicio de esta etapa no coincide necesariamente con la edad de la persona. De acuerdo al estudio de Stanford, basado en un análisis realizado a 4.263 personas de entre 17 y 95 años, los cambios más notorios del organismo suceden cuando alguien tiene 78 años.

A partir de dicha edad, los niveles de algunas proteínas clave en el pasma sanguíneo experimentan cambios importantes, lo que refleja que el proceso de envejecimiento está siendo más acelerado.

Uno de los autores del estudio, Tony Wyss-Coray, indicó: “Las proteínas son los caballos de batalla de las células constituyentes del cuerpo y cuando sus niveles relativos experimentan cambios sustanciales, significa que vos también cambiaste”.

¿Cómo se manifiestan los cambios?

Según la investigación, el envejecimiento biológico atraviesa tres importantes etapas:

1. De los 30 a los 60 años: Se presentan modificaciones sutiles y progresivas en el cuerpo.
    
2. De los 60 a los 78 años: Se entra en una etapa de madurez tardía, donde las señales del envejecimiento se hacen más evidentes.
    
3. Desde los 78 años: Se considera el inicio de la adultez mayor, con transformaciones más pronunciadas a nivel físico y cognitivo.

Durante la última etapa, algunos procesos del cuerpo humano como el metabolismo se vuelven más lentos, los huesos suelen volverse más frágiles, la memoria se debilita y se presentan diversas alteraciones en la visión, la audición y la masa muscular. También se pueden notar cambios en los patrones del sueño y de la piel, con la aparición de algunas arrugas y manchas.