Biogen, compañía farmacéutica estadounidense, ha asegurado que tiene a punto la primera terapia que podría retrasar el alzhéimer. Aducanumab, que así se llama el fármaco, podría estar en el mercado a finales de 2021 o principios de 2022. La compañía hizo un inesperado anuncio tras obtener datos de más pacientes en dos estudios descontinuados que mostraron que el fármaco mejora la cognición en altas dosis.
Según Biogen, su "innovador" fármaco Aducanumab se dirige a la proteína amiloide, que forma depósitos anormales en el cerebro de las personas con alzhéimer. Los científicos piensan que estos depósitos son tóxicos para las células cerebrales y eliminarlos usando fármacos sería un avance en el tratamiento de este tipo de demencia, aunque no la cura.
Los pacientes que recibieron Aducanumab experimentaron beneficios significativos en las medidas de cognición y función, como la memoria, la orientación y el lenguaje. Los pacientes también experimentaron beneficios en las actividades de la vida diaria, como realizar finanzas personales, realizar tareas domésticas como limpiar, comprar y lavar la ropa, y viajar de forma independiente fuera del hogar.
De aprobarse, señala la compañía en un comunicado, "Aducanumab se convertiría en la primera terapia para reducir el declive clínico de la enfermedad de alzhéimer y también sería la primera terapia en demostrar que eliminar la beta amiloide dio como resultado mejores resultados clínicos".
El anuncio es algo sorprendente porque la compañía había interrumpido sus estudios sobre este medicamento en marzo de 2019 a causa de unos resultados decepcionantes en los tests. No obstante, la propia Biogen ha reconocido que ha obtenido más datos, lo que, junto a un nuevo análisis, ha demostrado que con dosis más altas del medicamento uno de los ensayos logró el objetivo que buscaba. Ahora tendrá que solicitar a la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) una solicitud de Licencia de Productos Biológicos (BLA) para comenzar a comercializar este medicamento.
En la actualidad no existen terapias aprobadas para revertir el declive asociado al alzhéimer y no ha habido nuevos medicamentos para la demencia en más de una década, por lo que de aprobarse este fármaco sería una esperanzadora noticia para todos los afectados por una enfermedad que es responsable del 60-70% de los 50 millones de casos de demencia que se estima que hay a nivel mundial.
