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Alimentación
10 pasos para elegir la sandía y el melón perfecto en el 'súper' o la frutería
Tienen menos azúcar que otras frutas como la manzana, la pera o la naranja
El melón y la sandía pertenecen a la familia de las cucurbitáceas (como la calabaza o el pepino). Es decir, no son frutas, sino hortalizas. Para cultivarlos en las mejores condiciones, deben combinarse temperaturas cálidas y suelos secos (para los melones) o húmedos (para las sandías). Con un elevado contenido en agua, son ideales para el verano. Tienen menos azúcar que otras frutas como la manzana, la pera o la naranja, e importantes propiedades diuréticas (el 88% del melón y el 92% de la sandía es agua). Sin embargo al llegar a la frutería no siempre es sencillo escoger uno. Estos son los 10 pasos que debes seguir para llevarte a casa el mejor ejemplar, según detalla la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidores).
1. De mayo a octubre: el melón y la sandía deben tomarse en su época: entre finales de mayo y primeros de septiembre (sandía) o de octubre (melón). Esta opción es más sostenible que consumir productos que han de ser importados de otros países.
2. En la cima del montón: los ejemplares que en la frutería están arriba del todo sufren menos golpes y suelen estar en mejores condiciones.
3. Duros al tacto: la falta de firmeza indica que están pasados o que han sufrido daños.
4. Sin grietas: descarta los que tengan defectos, pero sin obsesionarte. Una manchita más clara no es mal síntoma: el fruto puede estar maduro pero esa es la zona que reposaba sobre la tierra durante el cultivo.
5. El toquecito y la presión: la sandía se golpea levemente y si está en su punto sonará a hueco. El melón se aprieta por sus extremos: si está en su punto la base cederá ligeramente y el otro extremo (el pedúnculo) se abombará un poco.
6. Aroma de fruta madura: la zona del pedúnculo debe oler a fresco.
7. Color moderado: los melones verde intenso aún no están en su punto, aunque en la sandía hay más matices.
8. Comprados en piezas (cortados por la mitad, en cuartos o en dados...): la ventaja es que a simple vista verás si están maduros. El inconveniente es que se pierde frescura respecto a un melón o una sandía recién cortados. Las piezas cortadas deben ser envueltas, o estar envasadas si se trata de una tienda.
9. Cortar y conservar: en el melón hay que eliminar los dos extremos (en la sandía no hace falta) y apartar las semillas. Lo que sobre se guarda en la zona menos fría de la nevera, bien tapado para que no coja olores.
10. Y si aun así fallas: comprar un melón o una sandía que aún no han madurado no es el fin del mundo. Lo importante es darte cuenta antes de abrirlos. Puedes hacerlos madurar en casa guardándoles en una bolsa de papel (no de plástico) junto con una manzana o un plátano en una habitación seca y fresca.