Mariola Báez
Alimentación
¿Existen los alimentos con propiedades coagulantes y anticoagulantes?
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Jueves 2 de abril de 2020
ACTUALIZADO : Jueves 2 de abril de 2020 a las 5:56 H
4 minutos
En el proceso de coagulación sanguínea, la vitamina K presente en el organismo resulta determinante
Todos los alimentos que incluimos en nuestra dieta influyen directamente en nuestro estado de salud físico y mental, de ahí la insistencia de médicos, nutricionistas y organismos, incluído el Ministerio de Sanidad (@sanidadgob), en la importancia de una dieta variada y equilibrada.
No hay alimentos que, en sí mismos, tengan poderes coagulantes o anticoagulantes. Son los elementos de los que están compuestos los que pueden influir en que el torrente sanguíneo sea más o menos fluido. En concreto, la vitamina K es esencial en el proceso de coagulación y su mayor o menor presencia afectará a que este se produzca en los niveles adecuados.
Como señala la Sociedad Española de Endocrinología y Nutricion (@sociedadSEEN), conocer qué alimentos son ricos en vitamina K es importante, especialmente en el caso de las personas mayores que siguen un tratamiento que incluye medicamentos anticoagulantes como el Sintrom®.
La vitamina K en el proceso de coagulación
La coagulación es el mecanismo que tiene nuestro organismo para evitar la pérdida de sangre que puede causar una herida o traumatismo. Es una defensa fisiológica natural, pero, en ocasiones, distintas enfermedades pueden hacer que la sangre sea más densa de lo normal, aumentando el riesgo de formación de trombos. En estos casos, el especialista indicará el tratamiento farmacológico apropiado y aconsejará una dieta en la que la vitamina K esté controlada.
Son los alimentos de origen vegetal los que más la contienen, especialmente las verduras de hoja verde y algunas hortalizas de color amarillo oscuro. El brócoli, las espinacas, la lechuga, las endivias, la remolacha y el perejil son alimentos ricos en vitamina K. En cambio, entre los que menos aportan al organismo, hay que incluir huevos, lácteos, cereales y pasta. Estos serían, por lo tanto, los más “anticoagulantes”.
Hay que dejar claro que los alimentos ricos en vitamina K no son "malos". Al contrario, son de lo más saludables, pero es importante conocer sus propiedades para saber en qué proporción deben formar parte de tu dieta.
Cada persona es distinta y su nivel de coagulación también, por eso es esencial seguir las indicaciones médicas, no solo respecto al tratamiento sino, además, sobre la alimentación. La vitamina K y los alimentos que la contienen influyen tanto por exceso como por defecto. Su ingesta siempre va favorecer un mayor grado coagulación, algo que hay que tener en cuenta si sufres algún problema relacionado con la circulación sanguínea.
Por ejemplo, si tomas medicamentos anticoagulantes, en teoría, deberías incluir en tu dieta pocos alimentos ricos en vitamina K porque provocan el efecto contrario: favorecen la coagulación. Sin embargo, si la dosis de esta vitamina es demasiado escasa, incrementaría el efecto de los medicamentos y podría existir riesgo de hemorragia.
Seguir las recomendaciones y comunicar al médico un cambio en nuestra dieta si tomamos cualquier fármaco que afecte al nivel de coagulación, incluidos los destinados a controlar la hemofilia, es básico para que nuestra alimentación juegue siempre a favor de la propia salud.