Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorUn tercio de toda la comida que se produce a nivel global se tira a la basura. De hecho, es una de las preocupaciones de las Naciones Unidas y que figura en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en la Agenda 2030. La tercera meta dentro del objetivo número 12 (producción y consumo responsable) habla de reducir el desperdicio de alimentos en un 50% antes de 2030.
Los datos del desperdicio de comida en España son enormes. Cada año, en nuestro país, más de 8 millones de toneladas de alimentos acaban en la basura. Las familias españolas tiran cada año más de 604 millones de kilos de comida, lo que supone unos 250 euros por hogar.
En esta tarea, cada uno de nosotros tenemos mucho que decir. Hacer la comprar con cabeza, organizar nuestros menús y practicar la cocina de aprovechamiento pueden ser unas formas muy sencillas de evitar el desperdicio de comida. Añadimos la tecnología y una aplicación, Too Good to Go, que lucha para salvar del cubo de la basura comida de distintos establecimientos.
Too Good To Go es una aplicación de uso muy sencillo. Está disponible de forma gratuita tanto en Android como en iOS. Una vez descargada, nos tenemos que registrar y ya podemos mirar, bien a través de un mapa o con un listado de establecimientos, qué productos ofrecen estos y qué podemos comprar. Podemos encontrar restaurantes, cafeterías, pastelerías, fruterías y todo tipo de tiendas de alimentación. Una vez realizado el pedido, lo pagas y, a la hora acordada con el establecimiento, pasas a recogerlo.
Eso sí, la compra es casi sorpresa hasta el final. Esta comida se ofrece en packs por lo que su contenido exacto no lo sabemos hasta que no recogemos nuestros pedido. ¿El motivo? Que hasta el final del día cada establecimiento no sabe qué es lo que les va a sobrar.
De esta forma, un plato ya cocinado o una cesta de alimentos que si no se venden al final del día lo iban a tirar, llega nuestra casa a un precio más reducido, salvándolo de terminar en el cubo de la basura.
Mientras luchamos contra el desperdicio de alimentos, también luchamos contra el cambio climático porque los alimentos también dejan su huella de carbono en el planeta. A día de hoy los alimentos que desperdiciamos tienen las mismas emisiones de CO2 a la atmósfera que toda la flota mundial de vehículos. Con un pequeño gesto se consiguen grandes beneficios.