Victoria Herrero
Alimentación
¿Qué deberías dar de comer a tus nietos en un viaje largo de carretera?
Nada de bolsas de patatas fritas y refrescos azucarados; lleva mucha agua y picoteo saludable
Las largas horas en carretera hasta llegar al destino final de vacaciones no solo pueden suponer una pesadilla, en forma de aburrimiento, para tus nietos. Hacer un viaje con ellos hasta ese destino de descanso no solo te lleva a pensar en entretenerles durante el trayecto, sino a no olvidarte de llevar ese tentempié para que los niños coman algo a mitad de camino.
Por eso os damos algunas ideas de propuestas de lo más saludables y que nunca pueden faltar en tu coche en esos viajes eternos. Eso sí, respeta en todo momento el horario de comidas del menor, así como su descanso después de comer.
Bien hidratados
Esta máxima se puede aplicar a todos los ocupantes del vehículo, mascotas incluidas. En los viajes largos, sobre todo si son en carretera que no puedes levantarte cuando te apetezca y resultan más tediosos, nunca pueden faltar las botellas de agua (nada de refrescos) y mucho menos si estamos en pleno mes estival.
Es importante que durante todo el trayecto hasta llegar al destino final, toda la familia, especialmente niños y mayores, beban agua con frecuencia. No pasa nada por parar las veces que sean necesarias para ir al baño; al conductor también le vendrá bien despejarse unos minutos y estirar las piernas.
Picoteo sano
Lo más cómodo para llevar en el coche y comer dentro del vehículo sin manchar demasiado y sin muchas complicaciones es llevar recipientes herméticos con fruta ya cortada (mejor que sean con alto contenido en agua para paliar el calor) o pequeños bocadillitos con productos de calidad como jamón, pavo, queso; así como frutos secos como nueces, almendras, pistachos... Nada de ir al supermercado de la primera área de descanso y coger la primera bolsa de golosinas o patatas fritas que veamos.
Comida ya preparada
Si lo que queremos es no parar a comer en un restaurante y llevar nosotros la comida para comer al aire libre en un pequeño descanso del viaje, hay muchas y muy sanas opciones para hacer un picnic campestre: desde ensaladas frías de pasta o arroz con verdura, pasando por una rica empanada de atún, una fabulosa tortilla de patata con un toque de calabacín, puré o cremas para los más pequeños de la familia e incluso un pequeño capricho en forma de bizcocho casero de yogur.
No es muy aconsejable que lleves barras de pan para acompañar esta comida, más que nada por la incomodidad y la suciedad de tener luego todo el coche lleno de migas. Opta por picos, tortitas, rosquillas de pan, palitos integrales con cereales...
Y lo mejor es disfrutar de todo ello en cómodos recipientes que mantengan bien protegidos esos alimentos (en neveras portátiles o bolsas isotérmicas) del calor del exterior y que después podamos guardar apilados para llevar a nuestro destino y allí fregarlos. Nada de llevar más y más envases de plástico.