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Alimentación
Cómo escoger la mejor escarola, la verdura de invierno
Consejos para elegir la escarola más sabrosa y disfrutar de todos los beneficios que trae consigo
La escarola es una verdura propia del invierno, aunque actualmente la podemos conseguir en cualquier momento del año. Sus propiedades son excelentes para el organismo, ya que está formada por más de un 95% de agua y su contenido calórico es bajo. Además, contiene vitaminas A, C y B y minerales como calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio.
Para mantener una dieta equilibrada, es recomendable consumir cinco piezas de fruta y verdura al día, así que la escarola resulta un opción ideal en esta época del año para convertirse en uno de esos alimentos. Asimismo, tiene propiedades digestivas y nos ayuda a eliminar las sustancias tóxicas de nuestro organismo. Tiene la ventaja de ser baja en hidratos de carbono y rica en fibra, por lo que se convierte en una verdura muy sana para acompañar nuestras comidas.
La escarola es un ingrediente muy común en las ensaladas y su sabor amargo le da un toque que combina a la perfección con salsas fuertes o vinagretas. Sus mejores aliados son el ajo y la cebolla y las frutas como la granada, la manzana, la naranja o el kiwi.
Cuál comprar
La escarola es una de esas verduras que debes saber escoger para poderlas disfrutar en su punto exacto y aprovechar antes de que se ponga en mal estado. Para ello, debes saber cuál comprar y cómo conservarla para que esté perfecta para consumirla.
Lo primero que debes tener en cuenta cuando vayas a comprarla a tu mercado o frutería habitual es que existen dos tipos de escarola: la rizada, cultivada tradicionalmente en España (sobre todo en Cataluña, Valencia y Murcia) y la lisa, que estéticamente es muy similar a la lechuga (de hecho, ambas pertenecen a la misma familia, las asteráceas, al igual que las endivias). Sea cual sea tu elección, en el momento de comprarla, tendrás que decantarte por la escarola que tenga las hojas más frescas, verdes y firmes. Evita seleccionar aquellas que estén algo amarillentas ya que, igual que otras verduras de hojas verdes, la escarola se marchita con facilidad.
Cómo conservarla
Tras comprarla, no la laves a no ser que la vayas a consumir de inmediato, ya que esto facilitará que se ponga blanda y se marchite rápidamente. Debes asegurarte de guardar tu escarola en el refrigerador y con una bolsa de plástico agujereada. Si no lo haces, al menos deberías guardarla en un lugar fresco y protegido de la luz.
La escarola puedes comerla cruda y crujiente, como es habitual, en forma de ensaladas. O, si quieres sorprender a tus comensales, puedes cocinarla en sopas, purés o cremas, por ejemplo, hirviéndola con otros ingredientes como cebolla, puerro, ajos y patatas y batiéndolo todo.