Mariola Báez
Alimentación
La importancia de un consumo responsable de complementos alimenticios en personas mayores
Consultar con el médico y seguir las instrucciones de uso son medidas básicas para llevarlo a cabo
Vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, fibra, extractos de plantas… Estos son algunos de los ingredientes habituales que encontramos en los suplementos alimenticios, cada vez más utilizados con fines muy diversos: desde el control del peso, hasta el intento de paliar déficits de calcio, hierro o cualquier otro nutriente.
Como explica la Asociación de las Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios (@Afepadi), estos productos se comercializan desde hace décadas, pero no ha sido hasta el año 2002 cuando han sido dotados de un marco jurídico concreto, establecido por la directiva de la Unión Europea. Las instituciones comunitarias los han definido precisamente como productos alimenticios cuyo fin debe ser siempre complementar una dieta normal, al ser una fuente concentrada de nutrientes o sustancias que tienen un claro efecto nutricional o fisiológico.
Existe un amplio debate sobre la necesidad o no de completar la alimentación con este tipo de productos. Por otra parte, son muchos los suplementos que no merecerían tal denominación, por no incluir en su composición los ingredientes aceptados por las autoridades europeas. Los complementos alimenticios no son ni buenos ni malos. En un momento dado, pueden ser realmente útiles para cubrir necesidades nutricionales específicas pero, en ocasiones, pueden simplemente resultar innecesarios o incluso ser poco recomendables.
¿Qué dice el Ministerio de Sanidad respecto al consumo de complementos alimenticios?
Hay que tener claro que todo lo que ingerimos repercute en nuestra salud, tanto los alimentos, como cualquier suplemento. Una dieta variada y equilibrada, como la mediterránea, va a aportarnos todos los nutrientes que el organismo requiere. Aun así, los complementos alimenticios pueden ser de gran ayuda en casos de déficits o necesidades extra (por ejemplo, en el caso de los deportistas), pero siempre que se sigan las pautas que aconseja la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN @sanidadgob), entre ellas:
- Los complementos alimenticios nunca deben utilizarse como sustitutos de una dieta equilibrada.
- Han de seguirse, de manera escrupulosa, las indicaciones señaladas para su consumo (nunca tomarlos en dosis mayores).
- Hay que prestar atención a los ingredientes contenidos por si alguno pudiera desencadenar una alergia o intolerancia.
- Es importante recordar que un producto natural puede tener también efectos secundarios.
- Es básico consultar con el médico sobre su consumo, especialmente si se padece alguna enfermedad o se tiene previsto someterse a una intervención quirúrgica, entre otros casos.
- Es fundamental adquirir estos productos por canales seguros y desconfiar de aquellos que prometen resultados “milagrosos”.
- Dieta equilibrada y algo de ejercicio han de seguir siendo la base de una dieta que contribuya a la salud y el bienestar.