Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorEl vinagre es uno de los condimentos más empleados de nuestra cocina, por su aroma y sabor tan peculiar. Y no solo se usa como aliño, también para conservar y macerar alimentos, porque tiene la capacidad de impedir la proliferación de ciertos microorganismos.
La palabra vinagre procede del latín vinum acre, vino agrio. Su proceso de elaboración se debe a la fermentación acética del alcohol, como la de vino o la manzana. Repasamos algunos de los tipos de vinagre más usados.
Es el vinagre más usado en nuestras cocinas. Puede ser de vino tinto o blanco y se obtiene al fermentar la uva y el vino. El de vino blanco tiene menor grado de acidez y, por lo tanto, un gusto más suave, siendo especialmente idóneo para pescados, ensaladas, conservas. También es el empleado para preparar salsas como la mayonesa y la holandesa. El vinagre de vino tinto tiene un sabor más intenso, por lo que se emplea para salsas más fuertes como la vinagreta, por ejemplo.
En España tenemos un vinagre de vino tinto con denominación de origen, el de Jerez. Es de un tono brillante y posee un gusto especial. Queda perfecto con carpaccios, gazpachos y con carnes rojas, especialmente combinado con miel. Ofrece un gusto especial a las ensaladas.
Es de color casi transparente y se destila antes de que la totalidad del alcohol se haya convertido en ácido acético, por lo que tiene un sabor fuerte y pronunciado. Se elabora con caña de azúcar, melaza o maíz y se emplea para salsas envasadas y encurtidos.
Procedente de la región de la que toma nombre, en la región italiana de la Emilia-Romaña y es uno de los más utilizados en nuestra cocina, ya sea para ensaladas, pescados, todo tipo de carnes, vinagretas o postres.
El vinagre de Módena tiene una particularidad: se elabora con mosto y se deja macerar en torno a cuatro años. Tiene un color oscuro, una textura espesa y un sabor ávido e intenso. Además, es la opción más calórica debido a la concentración de azúcares fruto de la reducción del líquido.
Es originario de Asia, donde se utiliza en multitud de platos, especialmente en el arroz, el sushi y las algas. Se logra a partir de la fermentación del arroz, proporcionando un sabor sutil con matices dulces. Dichas características lo hacen especialmente ideal para incluirlo en postres, aliñar ensaladas o verduras cocidas al vapor e incluso aromatizar elaboraciones.
También denominado vinagre de sidra, es el resultado de la fermentación alcohólica de la sidra. Tiene un sabor afrutado, algo dulce, que lo convierte en una excelente opción para condimentar las ensaladas, los pescados, las carnes blancas o las vinagretas. El vinagre de manzana ejerce de perfecto sustituto de la variedad de arroz para el sushi.