Descubre los beneficios que puede aportarte el albaricoque

Esta fruta suele consumirse desde primavera hasta finales de verano. Es ideal para desayunos, meriendas o como postre. Su color anaranjado la hace muy divertida, su dulzor muy sabrosa y es el aperitivo perfecto para llevar a la playa o la montaña. Además, consumir albaricoques entre comidas puede ayudarte a evitar a la ansiedad. Es bajo en calorías e hidratos de carbono (solo 100 gramos de porción comestible) y el agua representa el 86% de su composición. Sus propiedades antioxidantes han sido avaladas por numerosos estudios. Es más, es un alimento beneficioso para el organismo, el cabello y la piel.

Te ayuda a mantenerte joven

Gracias a sus propiedades antioxidantes, el albaricoque puede neutralizar el impacto negativo de los radicales libres responsables del envejecimiento de las células y prevenir o ralentizar el desarrollo de algunas afecciones como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y otras degenerativas como el Alzheimer.

Rico en vitaminas A y C

Precisamente por su alto contenido en vitaminas A y C, es bueno para la visión, la piel, el cabello, los huesos y el correcto funcionamiento del sistema inmune. Ambas vitaminas protegen la piel de los efectos perjudiciales del sol.

Alto contenido en potasio

Las cualidades de esta fruta, como puedes comprobar, son múltiples. Por ejemplo, también es rica en potasio, que ayuda a que la actividad muscular funcione de manera adecuada. Además, este mineral es muy útil para controlar la hipertensión. Y, por si esto fuera poco, el albaricoque presume de ser diurético, no solo por la gran cantidad de agua que contiene, también por la presencia de fibra en su composición.

¿Sufres anemia? Lee esto

El albaricoque ejerce un papel fundamental en nuestra salud, eso es un hecho. Consumir esta fruta con asiduidad puede aportarte un alto contenido en hierro, el mineral que ayuda a las personas con anemia o hemorragias.

Toma nota de esta receta: Mermelada de albaricoque

Ingredientes:

• 1 kg de albaricoques
• Zumo de limón
• 500 gr de azúcar

Preparación:

En primer lugar, pela los albaricoques, pártelos por la mitad y retírales el hueso. Ponlos en una cazuela con el azúcar y el zumo de limón y déjalos reposar una hora para que maceren. Después, coloca la mezcla en otra cazuela a fuego medio y deja que cueza durante 35-40 minutos, removiendo de vez en cuando.

Cuando la mermelada esté lista, si deseas una textura más fina, puedes triturarla con la batidora. Finalmente, rellena dos tarros de cristal previamente esterilizados con la mermelada y ciérralos bien. Para hacer el vacío, introduce los tarros de mermelada en una cazuela con agua hirviendo durante media hora.