Toni Esteve
Alimentación
Frutas y verduras que reducen hasta un 28% el riesgo de enfermedad cardiovascular
Zanahorias, crucíferas, vegetales de hoja verde y tomates reducen el riesgo de esta patología
La enfermedad cardiovascular (ECV) engloba las patologías coronarias y de los vasos sanguíneos. Algunos investigadores recomiendan un consumo elevado de frutas y verduras para su prevención, ya que existe una evidencia convincente de que el consumo de este grupo de alimentos reduce el riesgo de dicha patología. Así, en su Informe de estado de situación sobre “Frutas y Hortalizas: Nutrición y salud en la España del S.XXI”, la Fundación Española de la Nutrición (FEN @FENnutricion) se hace eco de una serie de estudios en los que se ha comprobado que el consumo de fruta y verdura está asociado con un menor riesgo cardiovascular
Las zanahorias, las crucíferas, los vegetales de hoja verde y los tomates están fuertemente asociados con esta reducción del riesgo, pudiendo llegar a una reducción del 28% consumiendo 600 g diarios de hortalizas. Algunos estudios observan una asociación inversa entre la ingesta de fibra y la ECV, ya que su consumo ha demostrado reducir los niveles de colesterol, la presión arterial, la inflamación y la agregación plaquetaria. Por ejemplo, Armah et al. estudiaron el efecto protector del brócoli frente a ECV partiendo de la hipótesis de que los glucosinolatos presentes en las crucíferas están asociados con la reducción del colesterol LDL. Para probarla, los participantes consumieron 400 g de un cultivar concreto de brócoli a la semana durante 3 meses, obteniendo una reducción significativa en los niveles de LDL al finalizar el estudio. Según los investigadores, esto puede deberse a la inhibición de la síntesis de colesterol por parte de la glucorafanina (glucosinolato presente en crucíferas como el brócoli o la coliflor).
Enfermedad coronaria e infarto cerebral
La relación entre el consumo de verduras y hortalizas y la enfermedad coronaria ha sido ampliamente estudiada durante años. En el Physicians’ Health Study se observó que el consumo de verduras y hortalizas ricas en β-carotenos (presentes, sobre todo, en los tomates) reducía el riesgo de cardiopatía isquémica. Por otro lado, Joshipura et al. determinaron que el consumo de hortalizas de hoja verde y aquellas ricas en vitamina C (coles de Bruselas, brócoli, berros col rizada, coliflor, lombarda, pimientos rojos y verdes, repollos, etc) presentaban un efecto protector frente a las enfermedades coronarias.
Asimismo, el estudio de Bhupathiraju et al. que siguió durante más de 30 años a una población de casi 115.000 hombres y mujeres determinó que un consumo mayor de frutas y hortalizas reducía el riesgo de sufrir enfermedad coronaria, aunque aumentar la variedad de las mismas no tenía ese efecto. Concretamente, cada fruta u hortaliza extra reducía en un 4% el riesgo de padecer esta enfermedad.
Gan et al. analizaron los resultados de 23 estudios de cohorte, para concluir que un consumo diario de 400 g de verduras y hortalizas reducía el riesgo de enfermedad coronaria en un 18%. Sin embargo, Aune et al. encontraron una reducción del 30% en el riesgo de padecer patologías coronarias con un consumo diario de 550-600 g de hortalizas. Finalmente, en el estudio EPIC también se observó una relación inversa entre el consumo de frutas y hortalizas y el riesgo de mortalidad por enfermedad coronaria, con una disminución en el riesgo del 22% con 640 g diarios.
Por otro lado, el consumo de frutas y hortalizas también ha demostrado reducir el riesgo de sufrir infarto cerebral. Así, la evidencia actual sostiene que no hay mayor beneficio en cuanto a esta patología con un consumo diario por encima de 500 g de hortalizas.