Verónica Mollejo
Alimentación
¿Sabías que la fibra puede prevenir el asma? A qué se debe esta nueva función
Un estudio realizado en la Universidad de Lausanne revela una nueva función de dicho nutriente
No es ningún secreto que la fibra es uno de los nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Entre sus funciones destacan combatir el estreñimiento, la absorción de agua, aumentar el volumen de las heces y facilitar su expulsión, incrementar la sensación de saciedad, reducir los niveles de colesterol LDL o ampliar el número de bacterias intestinales, sumamente beneficiosas para el organismo.
Sin embargo, una nueva e interesante propiedad acaba de ver la luz, gracias a un estudio realizado por la Universidad de Lausanne, en Suiza, que ha analizado la posible relación entre el consumo habitual de fibra y la prevención del asma alérgica. Una revelación que también ha sido amparada por el Hospital Universitario de Vaud, perteneciente al mismo organismo, y la revista ’Nature Medicine’. Pero muchos se preguntarán, ¿qué vínculo existe entre ambos elementos?
El nuevo poder de la fibra dietética fermentable
Tal y como exponen los responsables del estudio, el procesado de la fibra alimentaria por parte de las bacterias que habitan en el tracto intestinal provoca la liberación de ácidos grasos en la sangre, que a su vez influye en la respuesta inmune de los pulmones. "Nuestros resultados muestran que la fibra dietética fermentable y los ácidos grasos de cadena corta pueden modificar el ambiente inmunitario en los pulmones e influir sobre la severidad de la inflamación alérgica", aseguran los autores.
Por lo tanto, la ingesta habitual de fibra reduce la inflamación de los pulmones considerablemente, haciéndolos más inmunes a los factores alérgenos que suelen estar detrás del asma. De hecho, la curiosidad de los expertos por esta función surgió ante el aumento de casos de asma alérgica, inversamente proporcional al consumo de frutas y verduras que ha experimentado la sociedad durante muchos años.
¿Y qué alimentos puedes incluir en tu dieta para aprovecharte de este beneficio? Por ejemplo, los garbanzos, las lentejas, las patatas, las semillas de lino y chía, los espárragos, las alcachofas, la avena o las frutas en general, sobre todo aquellas que sean ricas en pectina como las uvas, los plátanos o el kiwi; productos ricos en fibra fermentable y grandes aliados de tu salud pulmonar.