El verano ha llegado a su fin y con él los alimentos ricos en agua cuya función principal es hidratarnos. Los colores fuertes del verano dan paso a los colores anaranjados, marrones y amarillos propios del otoño, una estación que coincide con la vuelta al trabajo y el inicio del curso escolar, época en la que necesitamos una alimentación que nos aporte principalmente energía, antioxidantes y fibra.
La naturaleza es sabia y por ello, los alimentos que nos regalan nos aportan aquellas propiedades y nutrientes que necesitamos en cada estación. Por ello, es importante conocer las verduras que debemos consumir en cada época del año para que nuestro cuerpo funcione a la perfección. A continuación, te detallamos las principales verduras del otoño y sus principales propiedades.
Durante los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre encontraremos principalmente verduras como:
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Calabazas: además de ser una de las imágenes más recurrentes del otoño al asociarse a una festividad propia de esta fecha como es Halloween, la calabaza nos ayuda a fortalecer el sistema inmunitario gracias a su riqueza en antioxidante aportados por la vitamina A. También destaca por su contenido en betacaroteno, igual que las berenjenas y el brócoli, y es una gran fuente de potasio y vitamina C, K y E. Además, nos aporta minerales como el magnesio, potasio y el hierro.
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Acelgas y espinacas: ambas son las hojas verdes del otoño por excelencia y poseen gran cantidad de fibra y agua. Son ricas en calcio vegetal, vitamina A, potasio, vitamina C, y también son buenas fuentes de vitaminas del complejo B entre las que destaca el ácido fólico. Además, aportan hierro, por lo que resultan buenas para prevenir anemias. También contienen betacarotenos, necesarios prevenir enfermedades de la piel, el cabello, las mucosas o la vista.
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Alcachofas: tienen un bajo nivel de calorías, lo que la hace imprescindible en dietas para pérdida de peso. Su alto contenido en fibras ayuda a eliminar toxinas y a absorber el colesterol malo. Además, tiene una alta concentración en hierro y magnesio.
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Brócoli, col y coliflor: todas ellas de la misma familia. Son verduras que nos aportan fibra y proteínas y son ricas en vitamina C. En concreto, la coliflor destaca por su alto contenido en fibra, ayudándonos en la digestión. Es antiinflamatoria, nos ayuda en determinadas enfermedades intestinales y posee una alta cantidad de antioxidantes, ácido fólico, protege el corazón y además es baja en calorías.
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Boniato o batata: es un alimento también muy característico del otoño. Tiene un sabor dulce y es parecido a la patata. Es rico en vitaminas A, C, B1, B2 y B6 y minerales como potasio, fósforo, sodio o calcio. Es una verdura que, a pesar de su contenido de azúcares, no aporta grasas y posee gran cantidad de agua.
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Berenjenas: gran contenido acuoso y de potasio con muy pocas calorías.
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Pimientos: constituyen uno de los alimentos con más vitamina C, además de ofrecer potasio, carotenos, vitamina A, fibra y vitaminas del complejo B.
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Zanahoria: es una de las hortalizas con más vitamina A y carotenos con función antioxidante pero, además, es fuente de potasio, calcio vegetal y vitaminas del complejo B varias.
También es una buena época para el consumo de castañas, cuyo olor y sabor también nos sitúan claramente en esta estación y, si ha llovido, lanzarnos al bosque a buscar las primeras setas.
Sin duda, el otoño es una estación ideal para el consumo de verduras ya que la tierra nos aporta una variedad enorme. Esto hace que en el mercado los precios no sean muy elevados y podamos consumirlos tranquilamente en nuestros menús diarios, en los que las verduras podrán aparecer en formas de purés, tortillas, guarnición o ensaladas entre muchas otras formas.