Alimentación

¿Mantequilla o margarina, cuál es mejor para nuestro organismo?

Ruth Macarrón

Viernes 15 de marzo de 2019

3 minutos

Despejamos tus dudas para que tus desayunos sean más saludables

Qué es mejor elegir, mantequilla o margarina (Bigstock)
Ruth Macarrón

Viernes 15 de marzo de 2019

3 minutos

Si eres de los que no puedes prescindir de una tostada en el desayuno, seguro que te habrás planteado cuál es la mejor opción para acompañarla. Lo más tradicional, mantequilla o margarina, además del clásico y súper beneficioso aceite de oliva virgen extra. Te contamos las diferencias entre estos dos productos, sus ventajas e inconvenientes:

Mantequilla, la de toda la vida

Elaborada a partir de la nata de la leche, la mantequilla se obtiene mediante un proceso en el que se bate y amasa su grasa, hasta convertirla en una emulsión de agua en grasa. Generalmente se elabora con leche de vaca entera, a la que se puede añadir sal o azúcar, e incluso otros ingredientes como ajo o finas hierbas. La existencia de la mantequilla se remonta a 3.500 años antes de Cristo, cuando pueblos ganaderos como como mongoles, celtas o vikingos comenzaron a elaborarla. A finales del S.XIX comenzó a extenderse su uso, gracias a la maquinaria que facilitaba la extracción de la nata.

En cuanto a su composición, según la Fundación Española para la Nutrición, la mantequilla es fundamentalmente una grasa (en un 80%), de origen animal. Es una importante fuente de vitaminas liposolubles, como las vitaminas A, E y D, y de minerales como el yodo. Sin embargo, su alto contenido en grasas de origen animal (saturadas) lo hace un alimento de consumo ocasional, especialmente en personas con problemas de sobrepeso, colesterol o enfermedades cardiovasculares.

Margarina, la opción vegetal

Si bien en su origen era también de origen animal, en la actualidad lo habitual es que las margarinas sean de origen vegetal. Hasta el siglo pasado, el proceso necesario para convertir la textura semisólida y untuosa de la margarina pasaba por la hidrogenación parcial de sus grasas, que se convertían en las temidas grasas trans (ácidos grasos insaturados perjudiciales para nuestra salud), aunque en la actualidad ese proceso se ha mejorado, bajando considerablemente el contenido en grasas trans de este tipo de alimentos procesados. Para espesarlas, es frecuente el empleo de grasas como la de palma o coco, que tampoco son muy recomendadas.

Como la mantequilla, la margarina es fundamentalmente una grasa emulsionada, fuente de vitaminas A y E, y en ocasiones enriquecida con vitamina D, calcio (para lo que se añade leche desnatada), fibras vegetales o ácidos grasos como el omega 3 (muy beneficiosos para la salud, y presentes de manera natural en alimentos como las nueces).

¿Mantequilla o margarina, cuál elegir?

Vistas sus características nutricionales, las dos deberían ser tomadas con moderación. Deberíamos limitar el consumo de este tipo de grasas si tenemos problemas de colesterol, por ejemplo, a no ser que consumamos margarinas específicamente enriquecidas con ácidos grasos como el omega 3. De cualquier manera, la dieta mediterránea nos ofrece sustitutos más adecuados como el aceite de oliva virgen, nuestra grasa de elección en el día a día.

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Ruth Macarrón

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